‘Ad Urbe condita’ (Desde la fundación de la ciudad). Es la obra, de Tito Livio, que relata la historia de Roma. En su época (59 aC-17 dC) no se conocía el nacimiento de Cristo y para datar los hechos usó la fecha del origen de Roma (año 753 aC). Hace 2.273 años, Roma. Hoy, Madrid. En el Prefacio de la obra hay un texto que, vista la cita entre Pedro Sánchez y Díaz Ayuso anteayer y lo que representan ambos, parece escrito ayer por la tarde: «conforme se degradan las costumbres, se sigue la decadencia del carácter nacional, observando cómo al principio lentamente se hunde, y luego se desliza hacia abajo más rápidamente, y finalmente comienza a sumirse en una prolongada ruina, hasta que llega a estos días, en los que podemos no soportar nuestras enfermedades ni su remedios».
La entrevista Ayuso-Sánchez en la Puerta del Sol la prepararon los dos. Por lo que declararon, parece que las necesidades que urgen (salud, trabajo, economía, educación y futuro) perdieron interés en beneficio del provecho político de ambos, del afán cosmético de cara a la galería, de la imagen del presidente del Gobierno, y (menos) del perfil de la presidenta de la Comunidad de Madrid (CAM). Sánchez preparó el lance con una sesión de masaje, friega y babeo en hora de máxima audiencia de La Sexta, dos días antes. Ayuso lo hizo, doliéndose, cuando tuvo ocasión, de las desatenciones, a Madrid y a ella, de Sánchez. Juntos, como puestos de acuerdo, interpretaron (teatralizaron) algunas escenas que, por inapropiadas, sobraban: Procesión alfombrada coche-puerta. Saludo con la mano al pecho (propio). Rendibú forzado, acaso pactado. Desfile emparejados por pasillos, escaleras y salones. Firma en libro de visitas. Puesta en escena con muchas banderas. Y poses, con melindres y aspavientos a mansalva.
En la calle, Puerta del Sol a mediodía. El público abucheó, pito y pidió la dimisión del presidente del Gobierno. Según un presente, más que lo visto en la televisión que maquilló el acto. Se dibujó, así, la divergencia entre el pueblo y lo que fabrican para él. Por una parte Sánchez, Ayuso y sus cosas. Por otra, la situación nacional. Se esperaba que Sánchez y Ayuso unieran esfuerzos frente a la pandemia. Han pasado siete meses desde que apareció el Covid-19 y debían ofrecer algo: Conocimiento del virus, estudio de expertos, planes de virólogos, organización de medios del Estado. Y disposición para aprovechar el caudal humano, imprescindible, de los sanitarios.
Pero, en su lugar, carencias. Entre ellas, como insulto que duele, la falta de previsión que supone la improvisación, un castigo a los sanitarios. Pitos a Sánchez, y desprecio; para él y Díaz Ayuso. Pitos que desfogan y desprecios que no alivian. Sólo. Cuando faltan médicos (especialmente de Atención Primaria) y sanitarios. Por la planificación del Ministerio de Sanidad y un maltrato continuo en el que participa la Consejería de Sanidad madrileña. Planificación escatimando plazas para formar especialistas, cerrándoselas a los que se presentan a los exámenes MIR y no llegan, o asignándolas a extranjeros. Y maltrato, del Ministerio de Sanidad y la CAM, a los sanitarios: Trabajo inseguro sin EPI’s, guantes ni mascarillas. Turnos doblados. Racaneando sueldos. En condiciones y situaciones precarias. Sin respeto. E indefensos.
Como consecuencia, estamos en puertas de una protesta general sanitaria con resultados imprevistos. Y duros. Desde las huelgas, sectoriales y por especialidades, que se apuntan con una incidencia en la mortalidad que acaso no ataje el sistema de servicios mínimos que se imponga, hasta una solución política: La caída del Gobierno de coalición PSOE-UP, que ha perdido vidas españolas sin consuelo a víctimas ni recuento de muertos, y ha dilapidado trabajos, ahorros y haciendas.
La caída del Gobierno de España es importante, y probable. Sin perdela de vista y porque influirá en nuestro futuro, ahora conviene ver lo ocurrido en la entrevista Ayuso-Sánchez. Como resultado, o secuela, repasemos su Manifiesto: «Reunidos en Madrid, en la Real Casa de Correos, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid el presidente del Gobierno de España y la presidenta de la Comunidad de Madrid han evaluado la situación… Para mantener un contacto eficaz entre ambas administraciones han acordado crear un «Espacio de Cooperación»… que aborde los asuntos principales que afectan a la sociedad… Este «Espacio de Cooperación» se desarrolla con la creación de un Grupo COVID-19 que se reunirá semanalmente con el objetivo (de) coordinar y planificar respuestas contra la pandemia. Sus respuestas servirán de recomendaciones a las actuaciones propias que seguirá ejecutando el Gobierno de la CAM en el ejercicio de sus competencias. Estará compuesto por: Ministro de Sanidad, Ministra de Política Territorial y Función Pública… contará con un portavoz… Deseando la colaboración de toda la sociedad en este desempeño, el Grupo COVID-19, además de en los consejos del Centro y los técnicos sanitarios de la CAM, se apoyará en dos estructuras de las que recibirán ideas y a las que se encargarán proyectos concretos para su desarrollo. Estas dos estructuras, llamadas Unidades de Apoyo, estarán centradas en dos ámbitos: Unidad territorial y Unidad técnica… El «Espacio de Cooperación» creado por el Gobierno de España y el Gobierno de la CAM debe ser una respuesta eficaz a los graves problemas que ha generado la propagación del COVID-19 desde la unidad de acción de sus administraciones. Madrid, a 21 de septiembre.
Es el resultado (conocido) de la entrevista. Han pasado siete meses desde que apareció el Covid-19. Existía la necesidad, y obligación, de que el Gobierno de España hiciera frente a la pandemia como impone la legislación. Era inexcusable que la CAM usara las facultades transferidas en materia sanitaria para provecho de todos. Y nos encontramos con que Sánchez y Ayuso, a estas alturas y en la Puerta del Sol, ofrecen un Espacio de Cooperación. Solo un Espacio de Cooperación. Atrás queda un verano desperdiciado, vacaciones de escándalo, Doñana, La Mareta, la invitación al jolgorio de Sánchez, ministros en la playa sin protecciones,el surf; y hasta un viaje en globo del Coordinador de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad.
Es la historia de España, ‘Ab urbe cordita’, desde la formación de la ciudad. No había ocurrido. Ocurre hoy, con Sánchez y Díaz Ayuso.
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