El Pisuerga es un río de 283 kilómetros, que nace en Sel de la Fuente y pasa por Valladolid. Tiene como afluentes, entre otros, a los ríos Arlanza, Carrión y Esgueva y, tras La Flecha, en Arroyo de la Encomienda, desemboca en Geria en la margen derecha del Duero aportando un caudal superior al del río que lo recibe.
La frase ‘aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid’, se usa para traer a colación algo que interesa. Usemos la frase, pues, para evocar lo ocurrido ayer en las elecciones autonómicas en Castilla y León (CyL) y lo que hay alrededor.
Sin historias, admitamos que las elecciones autonómicas del domingo en CyL, adelantadas, las convocó el presidente Fernández Mañueco porque quiso. Tenía capacidad para hacerlo, y lo hizo. Se pueden valorar sus motivos o porqués, pero si se hace también hay que ver qué motivos y porqués son los que animan a quien los valora. Al hacerlo, nos encontraremos con dos hechos. Lo que parece un intento, poco inteligente de los populares, para esconder lo que no se advierte pero existe: Utilidad propia. Beneficio para el trío Mañueco-Casado-Teoegea. Prorroga de mandato en CyL. Expulsar a Ciudadanos de la lid política. Mostrar al tándem PSOE-Unidas Podemos como es. Señalar la debilidad de Sánchez y la precariedad de su gobierno… Por otra parte, también el empeño, ajeno a los anteriores y con otros beneficiarios, que se advierte enfrente y con motivos parecidos. Entre ellos: Las declaraciones de Adriana Lastra, al frente de un argumentario socialista que no ha nacido por casualidad. Y las noticias e informaciones de los medios afines a la izquierda. Como muestra, sin más connotación que la oportunidad, es el dibujo hoy de Peridis en su viñeta: ‘Todo esto os daré, si postrados delante de mí, me adoráis’, dice el muñequito Abascal. Al lado ‘Un pan como unas tortas. Hemos cambiado Ciudadanos por Vox’ atribuido a los monigotes de Casado, Mañueco y García Egea.
Hasta ahí, lo visto. Pero como el Pisuerga pasa por Valladolid, conviene entrar en otras cosas. Sin enredos, lo digan Adriana Lastra, Peridis, Agamenón o su porquero, la realidad no es que el PP haya echado a Ciudadanos para colocar a Vox, o que UPL y otros partidos suban con la convocatoria anticipada de Mañueco. La cosa es otra, el electorado, soberano y libre, ha decidido. Y en democracia hay que aceptarlo. A partir de ahí, y como el Pisuerga pasa por Pucela, anotemos lo evidente:
– Los que desenterraron a Franco y quisieron enterrar la transición, como el pan y las tortas que cita Peridis, han recordado lo que propició la Guerra Civil. Algo que los castellanoleoneses han corregido en las urnas.
– La izquierda de socialistas, comunistas y otros, ajena al hecho histórico pasado, trata de reescribir la historia con el rechazo, ya evidente, en CyL; y en toda España.
– Se ha bautizado como extrema derecha a Vox, que acata la Constitución, respeta las leyes, concurre a comicios democráticos y obtiene los votos que, en libertad, no le dan Mañueco ni el PP sino ciudadanos españoles. En consecuencia, en el ambiente hay miedo a Vox. Un terror sembrado y cultivado que no es fruto de la historia, porque Vox nació anteayer, que nace y se alimenta entre quien busca o se inventa adversarios por motivos obvios.
– La catástrofe en Ciudadanos, comprobada en CyL, representa, otra vez, la falta de apoyos para un centro político nacional que, por lo visto, sólo es un punto equidistante entre extremos. Hay una derecha e izquierda nacionales que hasta ahora, en democracia, han cuajado cerca o lejos del centro empírico pero arrasándolo. El centro fracasó en el CDS de Suárez tras la quiebra de una UCD a la deriva. Naufragó UPyD, con Rosa Díez, en una socialdemocracia rara que impidió el socialismo del PSOE. Y se ha ido al garete con un Ciudadanos que ha transitado desde la socialdemocracia hasta un liberalismo de cuño incierto que ha sido rechazado.
– Han aparecido también unos experimentos políticos locales, imitando a Teruel Existe, ubicados en León, Soria, Ávila, y otras comarcas de la España vaciada, que sirven para acoger a iniciativas varias, normalmente bien intencionadas, no siempre en consonancia con la necesidad de gobernabilidad de todos.
Tras el resultado electoral en CyL, es momento de ver cómo conseguir un gobierno castellanoleonés: Necesidades. Proyectos. Compatibilidad de intereses y egos. Repartos. También, la transposición del resultado CyL a Andalucía y a un supuesto adelanto de elecciones generales. Es lo que hay como trabajo político que hacer. Sobre todo, si tenemos en cuenta que Castilla y León, para España y a lo largo de la historia, ha hecho lo mismo que el río. Más, si sabemos que, éste, el Pisuerga pasa por Valladolid.
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