Clan, grupo unido por vínculos y con tendencia exclusivista. Neguri, barrio de Guecho en el Gran Bilbao, en el que vive parte de la burguesía vasca. Parece que su nombre se debe a Resurrección María de Azkue que unió las palabras vascas ‘negu’ (invierno) y ‘uri’ (ciudad) para definir una «ciudad de invierno’. El clan Neguri es, pues, un grupo burgués unido y exclusivista que vive en Neguri, a la vera del mar Cantábrico.
15 de marzo del año 2001. Hecatombe por sorpresa en Neguri. De consecuencias tan importantes que aún se notan. Se producía la fusión del banco Bilbao-Vizcaya (BBV) con Argentaria para lograr el BBVA. Una operación por la que, con Argentaria, se unían al BBV (de titularidad privada) los efectivos de la ‘Corporación Bancaria de España’, siete entidades financieras de titularidad pública (Caja Postal de Ahorros, los bancos de Crédito Local, Hipotecario de España, de Crédito Industrial, de Crédito Agrícola, Exterior de España y el Instituto de Crédito Oficial).
Para acordar la presidencia del nuevo banco, se había diseñado la operación ‘Tres más tres más tres’: Tres años de presidencia para el ‘BBV’ Emilio Ybarra, tres para el ‘argentario’ Francisco González y tres para el ‘BBV’ Pedro Luis Uriarte. Pero apareció la Caja B del BBV (hay quien dice que ‘la aparecieron’ adrede) y el Banco de España ‘acordó poner en marcha un expediente disciplinario al BBVA, a 16 consejeros y a altos mandos del banco al descubrir la existencia de una trama de operaciones ocultas en los paraísos fiscales de Jersey (Reino Unido) y Liechtenstein, unas cuentas secretas en las que se manejaban más de 37.000 millones de pesetas ocultos a las autoridades económicas españolas».
Con aquello, el Banco de España no evitó la fusión, pero destapó el escándalo, se frustraron algunas carreras profesionales de financieros importantes próximos a Neguri, se perdieron las presidencias de Ybarra y Uriarte, se dió el mando a Francisco González, se apagaron algunos afanes y se acallaron los sonidos en el clan.
Durante casi veinte años, los sonidos de Neguri sólo los han oído los que tenían que oírlos. Susurros sotto voce. Para iniciados, a punto de serlo o ‘metidos en el ajo’. La primera subida de tono con el volumen a más decibelios de los habituales se produjo, hace poco, en el BBVA. Veinte años después de acordar la fusión. Fue como un silbido llamando la atención. Por edad, se jubilaba el ‘arjgentario’ Francisco González y acababa la presidencia del beneficiado en el año 2001. Y al borde del mar Cantábrico sonó el toque de corneta.
Cuchillos a punto y capitales afeitados en la cúpula del BBVA. Encargos y pagos al excomisario Villarejo. Ruidos judiciales y mediáticos. Campañas de información y desinformación. Filtraciones. Fake news. Periodismo de investigación. O lo que sea. Como resultado, presidencia del banco para Carlos Torres Villa. Con lo que significa.
El siguiente motivo de atención (sobre Neguri) apareció en la órbita de Vocento con una zapatiesta en ABC, un alboroto que muestra la diferencia de criterios y las disputas por el poder en el periódico. Con contenido económico, preocupación en el accionariado y tomas de posición, comprometidas con ideales en algún caso o ‘al sol que más calienta’ en otros. Sin sutilezas sobre intenciones, intereses políticos de algún grupo independentista (PNV), próximos a él o ajeno. Señoras Luca de Tena al ostracismo, arrinconadas en el Museo ABC o en la Fundación ABC. Despedida de Catalina Luca de Tena, en La Tercera de ABC, contra los cambios que no comparte y a los que se opone. El director Bieto Rubido cesado por Ignacio Ybarra (hijo del expresidente del BBVA Emilio Ybarra) por «el desencuentro con las familias vascas, sobre todo con los Ybarra» (Eulogio López). Como consecuencia, dirección de ABC para Julián Quirós. Y el cambio en la mancheta del periódico, que marca propiedad y autoridad, y abre un abanico de expectativas para Vocento que, cerca o lejos de Neguri, algún día habrá que explicar.
Como último episodio, la fusión CaixaBank-Bankia. Una absorción de un banco de titularidad pública por otro privado con algunas ‘particularidades’ que, a la vista de Neguri y los intereses que puedan estar en juego, llaman la atención:
– Activos de 630.000 millones de euros, suma de los activos de CaixaBank, de origen catalán y domicilada en Valencia, con Bankia, entidad saneada por el Estado (20.000 millones de euros pendientes de devolución) y participada en un 61,80% a través del FROB.
– La absorbente CaixaBank, de titularidad privada, pretende unirse, con mayoría accionarial a la absorbida Bankia, de titularidad mayoritariamente pública, cediendo la dirección a la absorbida en la figura de José Ignacio Goirigolzarri.
-«El Gobierno PSOE-UP, de coalición y de izquierdas, admite y acaso promueva que activos que ahora controla el FROB se pongan a disposición privada, disminuyendo la capacidad de control que tiene y pierde al colocarse en minoría (¿?)
– La creación de un banco de enormes dimensiones, en parte logrado con fondos públicos, puede convertirse en herramienta para alimentar los planes independentistas del PNV y otros grupos, próximos a Neguri o al margen.
– En una situación económica, social y sanitaria como la actual, no parece prioritario distraer medios, activos y atenciones, que podrían servir para mejor causa, para emplearlos en fusiones por absorción poco convincentes, y, por lo que se conoce, muy rápidas y tan poco explicadas como la descrita.
A la vista de estos hechos, el Clan Neguri, el relevo en BBVA, el alboroto en ABC y la fusión CaixaBank-Bankia tienen algo en común a tener en cuenta: Están en sintonía. Ruidosa.
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