Piara de jabalíes en una imagen de archivo.

En las últimas semanas saltaba en varias ocasiones a los medios de comunicación la presencia de jabalíes en distintas carreteras de acceso a Madrid, en las proximidades de la capital de España. Guadalajara parece no querer quedarse al margen y ya podemos anotar la presencia de esta especie en la capital alcarreña, deambulando entre los coches.

Este jueves, a través de las redes sociales, eran muchos los que compartían el vídeo que acompaña estas líneas, que dan fe de cómo al menos dos jabalíes campan a sus anchas, aunque bastante asustados, por el puente árabe de Guadalajara. Las imágenes fueron difundidas desde su cuenta de Twitter por Gerardo Cebrián, exjefe de prensa de Real Federación Española de Atletismo, aunque él mismo no es el autor, como aclaraba horas más tarde.

Del campo a la ciudad

La presencia de animales fuera de su hábitat natural y en las cercanías de la capital alcarreña no es extraña e, incluso, puede resultar incluso cada vez más frecuente en algunas especies, animadas por la búsqueda de comida. Un caso bien conocido es el de los buitres.

Más allá de las polémicas frecuentes por los daños que causan en la actividad ganadera en el norte de la provincia, ejemplares de buitres leonados se dejan ver desde la capital cada año. Así, incluso en bandadas se les ha podido ver sobrevolando los campos de Cabanillas. Igualmente, en 2017 fue la Guardia Civil la que tuvo que recuperar en un polígono de Fontanar a un buitre, que se mostraba desfallecido. Un caso similar se había dado años antes en un arcén de la A-2 con otro buitre, joven y hambriento.

Con más benevolencia pero también en mucho mayor número y capaces de crear problemas en infraestructuras viales, los conejos de campo son actualmente bien visibles en la zona de Manantiales y en el nudo de Los Faroles. En la R-2, donde constituyeron una auténtica plaga hace casi una década, se están volviendo a ver cada día en mayor número. Las misma proporción guardan los atropellos de estos pequeños mamíferos, especialmente tras el atardecer y antes de que amanezca.

Más complicada puede ser la presencia, mucho más desapercibida, de especies invasoras como el mapache. Contrariamente a la simpática imagen que de él nos ha llegado a través de películas estadounidenses, con este animal estamos ante un problema medioambiental en las riberas del Henares desde hace una década. El foco original se localizó en el Parque Regional del Sureste, en la Comunidad de Madrid, abandonados por particulares. Desde allí la colonia se reprodujo y se fue extendiendo Henares arriba, con especial presencia en Azuqueca. El mapache es un mamífero procedente de Norteamérica que pertenece a la misma familia que los osos (úrsidos) y cuyo tamaño es ligeramente superior al de un gato doméstico. Por su alimentación omnívora entra en competencia con otras espacies propias de nuestro entorno, como la nutria y algunas aves, que se ven desplazadas y sufrir el ataque continuo de sus nidos.

La superpoblación de ciervos y venados, por otra parte, viene causando grave quebranto económico a los agricultores del Señorío de Molina desde hace mucho tiempo. Para paliar el problema, se ha facilitado su caza desde la Junta de Comunidades. El excesivo número no sólo ha aparejado un mayor riesgo de accidentes de tráfico, sino también la inmediata reacción de las compañías aseguradoras, que han elevado el importe de los seguros para los automovilistas en numerosas provincias, incluida Guadalajara. El jabalí y sus andanzas también fue tomado como argumento para el encarecimiento de las pólizas.