Ionut Botez llegó a España desde Rumanía en el 2006. A sus 36, ha revalidado por segunda vez su cargo como alcalde del PP en el pequeño municipio de Prádena de Atienza, en la Sierra Norte de Guadalajara. Ni es Juan ni es Iván, sino Ionut y cuenta con el apoyo de sus escasos convecinos, que apenas llegan al medio centenar.
Esta una responsabilidad esta de ser alcalde que Ionut asume con ganas, porque se siente «muy integrado y querido» por sus vecinos, a los que siente como su «familia». Por su profesión, constructor, ha apostado en lo posible por sus propios su vecinos cuando el trabajo se ha incrementado y ha necesitado mano de obra para echarle una mano.
Es su segunda legislatura de regidor y, sin querer pecar de vanidoso, asume que, si ha recibido de nuevo el apoyo de la mayoría de los vecinos en las elecciones del pasado 28 de mayo es porque en el mandato anterior trabajó «bien» por el pueblo, para que crezca y siga adelante.
«Si me han votado es porque están contentos conmigo», afirma convencido, orgulloso de que en el tiempo que llega al frente del Consistorio, Prádena de Atienza haya ganado también en población, incluida la infantil.
Tener escuela, un reto pendiente
Aunque no tiene escuela, este pequeño municipio ya cuenta con cuatro niños. De ahí que uno de sus próximos objetivos pase también por mejorar el parque infantil, tanto para que los disfruten los que están todo el año como los que llegan en vacaciones o fines de semana.
En la legislatura 2019-2023, el alcalde de este diminuto municipio de la Arquitectura Negra hormigonó algunas calles, valló la zona de basuras, arregló el parque y varias tuberías de agua, rehabilitó una vivienda municipal y compró otra con el fin de poder alquilarla a nuevos pobladores o para que la usaran los vecinos.
Entre sus objetivos para esta legislatura se marca asfaltar y hormigonar el pueblo entero, rehabilitar la vivienda que han comprado y que esté lista para reuniones de los vecinos y tener un salón de actos; cambiar otras tuberías de agua y, si consigue alguna ayuda, poder poner juegos en el parque para que disfruten los más pequeños.
«Para que la gente venga a vivir a los pueblos se necesita trabajo y vivienda, y en eso estamos trabajando», reflexiona este alcalde que, aunque nació en Rumanía hace 36 años, apostó en su momento por venirse a España en busca de una vida mejor, un sueño que, sin duda, se ha hecho realidad.