Dos personas han sido detenidas en Guadalajara tras haber intentado hacer trampas en el examen teórico del carnet de conducir. También se ha identificado como investigadas a otras dos. Se trata, según ha confirmado este diario, de dos hombres de origen magrebí y dos mujeres, de nacionalidad española. Todos ellos están implicados, en distinto grado, como presuntos autores de los delitos de usurpación del estado civil y de falsedad documental en los exámenes teóricos del permiso de conducción de la clase B, en las instalaciones de la Jefatura Provincial de Tráfico en la capital alcarreña.
Las detenciones fueron practicadas por agentes del Subsector de Tráfico cuando realizaban labores de inspección y de control documental en los exámenes teóricos en dicho centro de exámenes de la calle Donantes de Sangre. En dos de las últimas convocatorias de examen, los guardias civiles observaron que las fotografías de los documentos de identidad que presentaban dos de los examinandos no correspondían con los rasgos físicos de quienes los portaban.
Al comprobarlo con más detalle, vieron que estas dos personas portaban el Documento Nacional de Identidad de las que realmente estaban inscritas para la realización de las pruebas; simplemente, pretendían hacer el examen en su lugar.
Larga tradición de picaresca y fraude
Este y otros procedimientos forman parte de una larga tradición de picaresca en los exámenes de conducir. Algunas de estas técnicas no son tan chuscas como en este caso y muchas de ellas se han visto, y padecido, en Guadalajara.
Sí que insistían en la pura suplantación los detenidos en marzo de 2019, cuando se pudo acabar, al menos temporalmente, con el negocio que tenían siete personas a cuenta de los exámenes de conducir. Dos de los implicados eran reincidentes por la comisión de los mismos delitos ante las Jefaturas Provinciales de Tráfico de Cuenca, Zaragoza, Salamanca, Madrid y Toledo.
También era suplantador el nigeriano de 44 años que en marzo de 2018 fue llevado ante los Juzgados de Guadalajara por unos hechos similares. A los pocos días cayó también el suplantado… nigeriano también e igualmente de 44 años.
Los intentos de fraude no son siempre cometidos por ciudadanos de otros países. En 2007, por ejemplo, el pícaro vino de Madrid y fue pillado haciéndose pasar por quien no era.
Los sofisticados pinganillos… que no se podían sacar de la oreja
Si nos remontamos un poco más, hasta 2016, encontramos una mayor sofisticación a la hora de cometer fraude en los exámenes. Unos sujetos que pretendían aprobar el examen de conducir con ciertas ventajas llegaron a las pistas de Tráfico en Guadalajara armados con “pinganillos”. Lo patético del asunto es que se los tuvo que extraer un médico.
Eran tres paquistaníes que intentaban obtener así en Guadalajara el teórico de la clase B Dos de los «pinganillos» solo pudieron ser extraídos con la colaboración de un facultativo. Los imputados ocultaban unos sistemas electrónicos compuestos por un teléfono móvil, que tenían adheridos al pecho, que actuaba como emisor, controlado por un mando a distancia y un mini audífono introducido en el oído, que actuaba como receptor. Mandaban las imágenes de los impresos de los exámenes a una persona que se encontraba en el exterior de las instalaciones para que les comunicara la respuesta correcta a las preguntas.
Guadalajara, una Jefatura que tenía fama de «dura»
Curiosamente, a comienzos de siglo, en 2003, Guadalajara era la cuarta provincia donde más conductores suspendían en el examen teórico. Una vez aprobado, las cosas sí mejoraban en el examen práctico, donde los alcarreños y los que aquí se examinaban por las calles de la ciudad sí estaban entre los que más habilidades acreditaban o, por lo menos, entre los que menos errores cometían.
Según los datos del Anuario Estadístico de la Dirección General de Tráfico (DGT), el índice de aprobados en Guadalajara aquel año fue del 48,5 por ciento, muy lejos de la media nacional, que se situaba en el 56,2 por ciento.