Los agentes de la Guardia Civil que prestaban servicio el aula de Tráfico en Guadalajara, ocupada por los aspirantes a superar las pruebas teóricas para la obtención del permiso de
conducir, sospecharon de uno de los presentes. Resultó ser un súbdito pakistaní, que utilizaba un sistema electrónico para intentar superar la prueba.
Esta persona ocultaba entre sus ropas unos sistemas electrónicos de grabación
y retransmisión de imágenes, con los que se comunicaba con otra en el exterior
a través de una micro cámara. Recibía las respuestas mediante un
pinganillo, en uno de sus oídos.
Por estos hechos, fue denunciado por infracción al artículo 77 de la Ley de
Seguridad Vial, sancionada con 500 euros que también lleva aparejada la
inhabilitación para poder examinarse durante los próximos seis meses.