Un par de horas después del campanazo que han supuesto sus (enésimas) declaraciones sobre el PSOE, la amnistía y España, García-Page no tenía ninguna duda de la pertinencia de lo dicho y del desahogo retórico de haber situado a su partido «en el extrarradio de la Constitución» y «a punto de pisar la frontera constitucional». Este periódico ha podido comprobar la tranquilidad de ánimo del político toledano a media tarde, tras las reacciones llegadas desde el PSOE y desde el Gobierno, a cual más desabrida.
A García-Page, muy probablemente, le habría gustado que también se hubiera resaltado de sus declaraciones la convicción que ha expresado de que el PSOE «no es un partido del que se pueda dudar constitucionalmente». Pero el grueso de los titulares han ido por la primera parte del enunciado.
Sea como fuere, Emiliano García-Page ha deseado, enfáticamente, que esa «frontera constitucional» no se pase nunca porque el PSOE es «esencial» como partido en España «y en la estructura constitucional del país».
Todo lo anterior, y lo mucho que sigue, se ha producido en un intenso miércoles para un también muy intenso presidente de Castilla-La Mancha, en una carrera non stop de declaraciones sobre política nacional que tenía, además, uno de sus momentos clave en el cónclave con varios presidentes regionales del PP. La extremeña María Guardiola, haciendo demostración de su más limitada experiencia, no se ha atrevido a unirse a la reunión, más pública y con más taquígrafos que algunas sesiones del Congreso.
Vayamos, pues, por partes.
Sobre la amnistía y Cataluña
Con respecto al contenido de la enmienda a la ley de amnistía o de impunidad, García-Page ha optado por la ironía: asegura que se siente «aliviado» al conocer su contenido, porque a los independentistas «todavía no se les ha ocurrido exigir, no ya que se les perdonen todos los atropellos y tropelías que hicieron, sino que les mantengan la inmunidad para los próximos atropellos que quieran hacer».
El presidente castellanomanchego ha incidido en que cree que el independentismo catalán «no busca solo la amnistía, busca la impunidad» y ha considerado que es «más prudente» esperar a ver «el texto final o la última exigencia que tenga Puigdemont». «No quiero ser un comentarista del día a día», ha apostillado.
Sobre el terrorismo malo y menos malo
En todo caso, sí que ha aseverado que «no hay terrorismo bueno y terrorismo malo». «Terrorismo significa tener intención de generar terror y, obviamente, hubo mucha gente organizadamente en aquellos días en Barcelona, en Cataluña, que quiso generar terror social. Eso es evidente», ha añadido, aunque ha insistido en que «eso no lo tienen que decir los políticos, lo tienen que decir los jueces».
Por ello, ha afirmado que «es hora de que se respete a los jueces en su función de aplicar las leyes», ya que «el Parlamento puede hacer las leyes que quiera, pero finalmente quienes las tienen que interpretar son los jueces».
Sobre lo dicho por sus compañeros de partido
Tenía que ser Óscar Puente, casi por tendencia natural, quien más ácidamente criticara las palabras de Page. Frente a lo de que el PSOE se encuentra «en el extrarradio de la Constitución», ha contrapuesto que es él (Page) quien está «en el extrarradio del PSOE» mientras que la dirección del partido y el Gobierno se encontrarían en el centro de la Carta Magna.
«Quien está en el extrarradio del Partido Socialista Obrero Español es el señor Page desde hace bastante tiempo», ha señalado en referencia a las numerosas críticas del dirigente autonómico a la Ley de Amnistía y a los pactos de Pedro Sánchez con el independentismo. «Nosotros estamos en el centro de la Constitución», ha defendido.
Ante lo cual, de nuevo, ha salido al paso García-Page recordando al exalcalde de Valladolid que él gana elecciones en su Comunidad Autónoma. «El que gana a la derecha y a la extrema derecha en este país no está en ningún extrarradio. Yo gano elecciones. A ver si voy a tener que pedir disculpas por ganar elecciones».
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, optaba por recurrir al antiguo Twitter para dejar su mensaje: «Todo terrorismo es malo. El problema planteado por otros es ¿qué es terrorismo? Creo que la gran mayoría lo sabemos y tú deberías saberlo», retaba el negociador con Puigdemont.
Recordemos que este martes, los socialistas habían llevado a término con el partido del expresidente Carles Puigdemont, con Sumar, ERC, Bildu y Podemos, una enmienda que señala que los delitos de terrorismo quedarán excluidos de la Ley de Amnistía «siempre y cuando de forma manifiesta y con intención directa hayan causado violaciones graves de derechos humanos» como matar o torturar.
Dicha enmienda aprobada por la Comisión de Justicia del Congreso permitiría amnistiar a los 12 miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) y a los 10 encausados por los disturbios presuntamente promovidos por ‘Tsunami Democrátic’ que han sido investigados en la Audiencia Nacional.
En concreto, se modifica el artículo 2, en su apartado d), para precisar que quedarían excluidos de la amnistía los delitos de terrorismo «siempre y cuando» la intención de los acusados fuese generar «violaciones graves de derechos humanos, en particular, las previstas en el artículo 2 y 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, y en el derecho internacional humanitario».
Sobre el voto de los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha
Preguntado si le duele que los diputados elegidos por las circunscripciones de Castilla-La Mancha validen estos acuerdos, ha respondido que los diputados «se deben a sus votantes, no a los virreyes ni a los barones provinciales ni regionales».
«Esto no funciona así, sería muy malo para España. Lo que se decide en los grupos parlamentarios es lo que se decide por democracia, en votaciones internas, y ese es el voto que tienen que defender. Yo supongo que muchos están sufriendo, pero no soy quién para dar órdenes. A mí ya, hace mucho tiempo, que no me hace caso ni el Siri del teléfono».
Sobre el dinero que se debe a algunas regiones
El presidente de Castilla-La Mancha ha asegurado que el actual modelo de financiación autonómica, cuando se aprobó en su día, «establecía un mecanismo de nivelación, de ajuste final», por lo que ahora que se vislumbra el fin de dicho modelo «llega la hora de ajustar las cuentas pendientes que tenemos con el modelo presente».
Como apuntábamos al comienzo de esta información, los presidentes de Castilla-La Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia han mantenido un «breve encuentro» este miércoles durante la inauguración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) para tratar la infrafinanciación que estas regiones afirman sufrir con el actual modelo de financiación autonómica.
García-Page ha asegurado que las cuatro regiones están «de acuerdo» en que son «objetivamente perjudicadas» con el modelo vigente.
«El dato es muy objetivo, no hace falta que nos extendamos mucho», ha señalado García-Page, que ha manifestado que, aunque le hubiera gustado «estar entre las otras autonomías a las que el modelo le ha ido bien», el hecho de estar infrafinanciadas implica que el suyo «se tiene que ajustar y se tiene que compensar».
«Es que, además, lo dice la ley, no es algo que nos estemos inventando», ha comentado, recordando que esta infrafinanciación ha sido demostrada por «todas las instituciones públicas y privadas de este país».
García-Page ha reconocido que en el debate «que está por venir» sobre el nuevo modelo de financiación va a haber «diferencias» entre unas regiones y otras «más allá de cuestiones ideológicas», deseándole «la mayor de las suertes» a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para «conseguir un acuerdo dificilísimo y más con la postura de los independentistas catalanes, que no se quieren sentar a la mesa a negociar».
«El modelo de futuro no sé lo que va a salir, pero la liquidación del modelo actual significa que cuatro regiones, y además muy diferentes entre nosotras mismas, objetivamente estamos infrafinanciadas. Vamos a abrir un debate sobre el nuevo modelo, bien, pero vamos a ser serios, para abrir el debate habrá que liquidar el actual, habrá que dejar claro que a algunos objetivamente nos han salido las cuentas distintas a las previstas», ha proseguido.
Sobre González Pons
Además de rebatir a los propios, también ha tenido tiempo para valorar a los ajenos. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lamentado las declaraciones vertidas la víspera por el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, quien consideraba al actual Tribunal Constitucional (TC) «un cáncer del Estado de derecho», recordando que la actual composición del TC «se hizo por acuerdo con el Partido Popular».
Para Page, las declaraciones de González Pons son «una barbaridad por muchos motivos» que en el PP «tienen que desmentir con claridad, entre otras cosas porque la última renovación que se produjo del TC se hizo por acuerdo con el PP, de manera que me llama la atención». «Hubo acuerdo con Pablo Casado», ha insistido.
El presidente regional ha puesto el foco también en el hecho de que haya sido González Pons quien haya hecho estas declaraciones, ya que es una persona a la que, ha dicho, «siempre» ha escuchado decir «cosas bastante reflexivas» y que es un político que «tiene mucha experiencia». «Bueno, todos podemos cometer errores, sin duda lo ha hecho», ha enfatizado.
En todo caso, ha querido quedarse con «lo sustancial», que para él es «que las instituciones tienen que protegerse y las tienen que proteger los partidos políticos», ya que «es lo que nos ha hecho llegar a lo que hemos llegado, ser una gran potencia mundial».
Asimismo, ha asegurado que sueña con «el día en el que en España pudiera volverse a llegar a acuerdos entre el PSOE y el PP sobre grandes cuestiones de Estado sin que a uno le ataquen o le insulten por intentarlo o por decirlo». «Yo lo voy a seguir diciendo, aunque sea predicar en el desierto», ha concluido.
Y, entre todo esto, aún ha tenido tiempo para fotografiarse con los guadalajareños, políticos o no, que pasaban por allí: