El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publica este lunes la resolución por la que se inicia el expediente para declarar Bien de Interés Cultural, con la categoría Inmaterial, ´Los Gancheros del Alto Tajo´, en los municipios de Priego, Cañamares, Cañizares, Beteta y Santa María del Val de Cuenca, y Peralejos de las Truchas, Taravilla, Poveda de la Sierra, Zaorejas y Peñalén de Guadalajara.
Durante cinco siglos los gancheros condujeron los troncos cortados desde el río Tajo y el Guadiela hasta Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina. En esta fiesta aparecen de nuevo sobre las aguas, con su pertrecho tradicional, el bichero y vestimenta de época, agrupando y conduciendo las maderadas.
El evento se celebra de forma rotativa en uno de los pueblos inmersos en las entrañas del Parque Natural del Alto Tajo y busca rememorar y homenajear el viejo oficio tradicional de los gancheros, que durante siglos transportaban, desde las serranías próximas, las maderadas por las aguas del Tajo hasta las factorías madereras de la zona de Aranjuez, ha informado la Junta en un comunicado.
La fiesta se complementa con otros actos de carácter eminentemente popular, como son la degustación de platos típicos de la zona, la exhibición de corta de troncos en diversas modalidades y la celebración de distintos juegos tradicionales, todo ello acompañado por el sonido de las dulzainas.
Recientemente el Ministerio de Cultura y Deportes ha solicitado la adhesión de Castilla-La Mancha a la candidatura a la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de los ´Gancheros del Alto Tajo´.
La candidatura concreta es la de Timber Rafting (transporte de madera en balsa) como patrimonio inmaterial de la humanidad de la Unesco. Es una candidatura en la que participarán varios países encabezados por Polonia, Alemania, República Checa, Austria, Letonia y España. En España se han adherido, además de nuestra región, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia.
Para la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, la declaración como BIC de la festividad da cuenta del interés del Gobierno regional por «proteger y potenciar» las tradiciones de toda la comunidad autónoma y es un revulsivo, sin duda, para que este oficio reconvertido en celebración pase a ser protegido por la Unesco.
Tras la publicación de la resolución en el DOCM, se abre un período de información pública, durante el plazo de un mes, a fin de que todos cuantos tengan interés en el asunto puedan examinar el expediente y alegar lo que consideren oportuno.