A las colillas de los cigarrillos, las barbacoas mal apagadas y a las chispas de las cosechadoras al chocar contra los guijarros se une ahora, como fuente de incendios en verano, la manipulación deficiente de los drones.
Esa es, al menos, la conclusión que han sacado los bomberos de la Comunidad de Madrid, después de haber extinguido un incipiente incendio forestal la tarde del viernes en Fuente el Saz del Jarama. La localidad madrileña se encuentra a pocos kilómetros en línea recta de El Casar.
Aunque las llamas se extendieron apenas por una hectárea de terreno gracias a la rápida intervención de los bomberos, lo relevante de este suceso es su supuesto origen: se atribuye a la caída de un dron, que estaba siendo volado por unos menores.