El ministro de Cultura, Miquel Iceta, visitará el próximo miércoles, 8 de febrero, Guadalajara para firmar un acuerdo con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Es el feliz desenlace, se supone, de una sucesión de anuncios y desmentidos, muy reciente el último, sobre cómo se materializará la cesión de obras del «Prado oculto» para su exposición en las salas del Museo de Guadalajara.
Días pasados, Miguel Falomir, director de la pinacoteca, respondía por escrito a una carta previa de Jorge Riendas, concejal de Aike, asegurando rotundamente que el Palacio del Infantado no sería nunca subsede del Museo del Prado, del mismo modo que no se abrirán subsede en ninguna otra localidad de España. Y así será.
¿Cómo se va a hacer entonces para que lleguen a la capital alcarreña cuadros custodiados hasta ahora en los almacenes del principal museo del país? Cambiando la terminología, simplemente. No se va a firmar una subsede, pero sí se va a posibilitar que Guadalajara se convierta, a través de su edificio más importante, en una «extensión» del Prado en la capital alcarreña. En algún momento, el propio Falomir contribuyó a la confusión, con declaraciones como las que hizo en diciembre de 2021 en Barcelona. Junto con eso, no se debe olvidar que se cifra en 3.448 las obras que El Prado tiene en estos momentos depositadas en 279 instituciones de toda España, desde 1860 a nuestros días.
El anuncio de esta importante cita lo ha hecho el presidente de Castilla-La Mancha este jueves en la propia capital alcarreña, a donde se había trasladado para presentar el proyecto de la rehabilitación de la Estación de Autobuses. Lo ha calificado de acuerdo «muy importante» para la ciudad de Guadalajara.
«Algunos dan por hecho que yo soy una especie de ogro para los ministros y aquí vienen todos los días y firmamos acuerdos. El entendimiento y el acuerdo es el camino y viene bien», ha defendido García-Page, entre sonrisas.
Un año sin noticias
La cosa parecía encallada desde hace casi un año. Si Falomir respondió por escrito a Riendas hay que reconocerle al concejal el mérito o la suerte por la gestión, ya que los varios intentos de LA CRÓNICA por conseguir lo mismo a través de los servicios de Prensa del Museo del Prado siempre recibieron la callada por respuesta.
El inicio de las gestiones para la cesión de los cuadros es incluso anterior. Lo planteó hace tres años García-Page, en los inicios de la pandemia. Luego, el 25 de mayo de 2022, también en Guadalajara, el presidente de Castilla-La Mancha sostenía que estaba ya muy cerca la posibilidad de que parte de los fondos del Museo del Prado se muestren, de forma permanente, en el Palacio del Infantado.
Sacar a la luz el «Prado oculto», los cientos y cientos de obras de arte de primer nivel que se guardan en los almacenes de la pinacoteca ha sido, hasta ahora, un imposible. Quizá 9 millones de euros fueran, o vayan a ser, el argumento definitivo para que la postura cambie en Madrid.
Fue en julio de 2020, en la Plaza Mayor de Sigüenza, con motivo de una exposición fotográfica sobre los más granado de la pinacoteca, cuando se empezó a trabajar en este proyecto. En el acto inaugural, el presidente de Castilla-La Mancha hizo referencia a la posibilidad de que el Museo del Prado pudiera establecer subsedes (la palabra maldita) a lo largo de todo el territorio nacional, proponiendo expresamente el Palacio del Infantado de Guadalajara como escenario. «Estoy dispuesto a comprometerme financieramente para ello», dijo entonces.
El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, había precedido a Page en el uso de la palabra, con lo cual no se vio en el aprieto de tener que responder públicamente a la propuesta ni a comprometerse o desestimar la idea. Que luego, por escrito desestimó hace bien poco cuando se le preguntó por las referidas subsedes, como ya queda dicho.
El miércoles, 8 de febrero, los lectores de LA CRÓNICA podrán leer cuál sido el desenlace de esta casi novelesca trama.