Este viernes, con nutrida presencia de aficionados, se llevó a cabo en Guadalajara un homenaje al diestro Francisco Javier Sánchez Vara, para celebrar sus más de dos décadas de alternativa, que tomó en Sacedón en agosto de 2000. La iniciativa correspondió a la peña «Saleri II», que de este modo recuperaba sus celebérrimos cocidos taurinos, iniciados hace 32 años.
El elogio del homenajeado correspondió al crítico taurino Jesús Ron quien, con cuidada prosa, glosó las virtudes taurinas y humanas del matador alcarreño.
No anduvieron tampoco cortos en halagos los otros dos invitados, y también protagonistas, de esta cita: José Joaquín Moreno Silva, propietario del hierro de Saltillo, y João Folque de Mendoça, dueño de la muy apreciada ganadería de Palha. Ambos, muy conocedores de la trayectoria y capacidades de Sánchez Vara, trazaron no sólo un acertado perfil del guadalajareño sino de la situación actual y futura de la cabaña brava y de la fiesta.
Una tertulia de largo recorrido
La ocasión sirvió, tras el forzado paréntesis de la pandemia, para que el centenar de aficionados presentes recuperasen con su presencia la actividad de estos célebres «cocidos taurinos», iniciados en el desaparecido «Búho Rojo» un 10 de noviembre de 1989. En esta oportunidad, los salones del restaurante «Quinta Hayara» fueron el entorno adecuado para la comida, el homenaje y la posterior tertulia con la terna de invitados de excepción.
En el aire quedó un improbable cartel para la próxima temporada en Guadalajara, a propuesta del ya citado Jesús Ron: una encerrona de Francisco Javier Sánchez Vara con tres ejemplares de Saltillo y otros tres de Palha. Sería una insólita manera de devolver a la vida al coso de la Cruces, tan moribundo.
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