Dura poco más de un minuto pero en ese corto espacio de tiempo está cargado de altas dosis de sentimientos o de sentimentalismo, según se quiera interpretar. Muchas calles, con sus luces, y muchas personas aparecen en estas imágenes. Afortunadamente, en un alarde de contención, no asoma en la pantalla ningún político, ni siquiera el alcalde.
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