Como ya se avanzó hace varias semanas, el Gobierno de Castilla-La Mancha va a realizar test de diagnóstico para conocer el estado de salud de más de 30.000 docentes y del resto de personal no docente de los centros educativos antes de que se inicie el periodo lectivo. Se incluirán cada una de las enseñanzas que se imparten en la región, lo que abarca a la escuela concertada y a las infantiles.
El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOM) publica este lunes la resolución de la Dirección General de Recursos Humanos y Planificación Educativa en la que se indican donde se realizarán los test rápidos de anticuerpos COVID-19 mediante determinación en sangre capilar a todo el personal de los centros educativos sostenidos con fondos públicos.
Las pruebas se realizarán, en lo tocante a esta provincia, en el servicio de prevención del Hospital General Universitario de Guadalajara.
En la resolución se argumenta que con el comienzo del nuevo curso 2020-2021 se reinicia la actividad en los centros educativos sostenidos con fondos públicos y que el Ejecutivo regional ha decidido realizar un estudio de seroprevalencia en el personal para la prevención de posibles rebrotes, medida que se revela «como una de las principales líneas de acción».
«Los profesionales que prestan sus servicios en estos centros, independientemente de su categoría laboral y del régimen jurídico de su vinculación, son un componente clave para la implementación de estas medidas y es preciso obtener datos de la incidencia de la infección en los mismos de cara, en primer lugar, a salvaguardar su propia salud y, en segundo término, a garantizar la capacidad de respuesta y actuación», reza la resolución, que firma el director general de Recursos Humanos y Planificación Educativa, José Manuel Almeida.
Medidas en las aulas
Según la previsión de la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha, el inicio de curso se centrará en cuatro puntos básicos, tales como la limitación de contactos, el cumplimiento de una serie de medidas de prevención personal, la limpieza y ventilación del centro y una gestión “adecuada y precoz” ante la posible detección de un caso, en palabras de la titular del departamento.
Además de los test, el Gobierno regional va a adquirir más de un millón de mascarillas reutilizables, 18 dispensadores de garrafas de hidrogel, 10.000 mamparas de metacrilato con el fin de garantizar la seguridad allí donde no se pueda de otro modo y unos 2.400 termómetros infrarrojos.
Con todo, la consejera ha incidido en que la Administración se marca tres escenarios para la vuelta a las clases en el mes de septiembre ante el coronavirus que pasan por la presencialidad con las que se está trabajando y poniendo medidas hasta la fecha, la semipresencialidad y la no presencialidad por el confinamiento total. “Nosotros vamos a ponerle todas las barreras al virus, pero puede ser que las traspase y si lo hace tendremos que optar por la semipresencialidad hasta que las autoridades nos lo digan y con un protocolo de acción que conocerán los centros educativos”, señalaba ante las Cortes regionales Rosa Ana Rodríguez sobre estos tres escenarios, para añadir que la digitalización en materia educativa “ha venido para quedarse”.