Este jueves, los periodistas le han preguntado al alcalde de Guadalajara, en la presentación del vermú de NIPACE, por los otros vermús mucho más masivos que se avecinan en la capital alcarreña, fijados para el 24 de diciembre y con posible continuación en Fin de Año.
El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, ante el incremento de contagios por COVID-19 a nivel nacional y también en la ciudad, ha apuntado que el Ayuntamiento hará «siempre» lo que dicte la autoridad sanitaria y que si eso requiriese dar un paso atrás, también «se dará». «Seguiremos las normas establecidas por Sanidad en cada momento», ha subrayado. No obstante, ha reiterado en diversos momentos que la incidencia actual y el marco normativo vigente permiten los vermús, al igual que muchas otras concentraciones de personas al aire libre.
Inquirido por los medios, Rojo ha insistido en que el Consistorio siempre ha sido «muy pulcro» a la hora de cumplir todas las medidas que se han dictado por parte de la autoridad sanitaria y que eso es «lo que seguirá haciendo».
De ahí que el alcalde haya insistido en que si Sanidad dictaminase alguna medida para cualquier actividad o evento, desde Guadalajara se actuará «de manera rápida y diligente».
Expectación e incertidumbre a partes iguales
La celebración de los vermús en la calle, después del éxito alcanzado hasta llegada de la pandemia y tras la anulación de los de 2020 por esa causa, ha levantado gran expectación en las últimas semanas. Los hosteleros de Guadalajara, según ha podido confirmar LA CRÓNICA, han hecho acopio en las últimas semanas de los suministros suficientes en los casos de los locales ubicados en las zonas de previsible gran afluencia.
Hace tiempo, coincidiendo con el primer anuncio de los actos organizados por el Ayuntamiento para la Navidad, fue la concejala Sara Simón la que estableció la voluntad del Ayuntamiento de retomar los vermús masivo. En aquella ocasión, la edil no olvidó condicionar su celebración a lo que pudiera obligar, y limitar, el COVID.
Lo que dicen desde Toledo
Si hay que dar por bueno que el marco legal lo volverá a marcar la Junta de Comunidades desde Toledo en este asunto, las pistas más recientes son del miércoles: Page insistía en que no habría nuevas restricciones… aunque ya incluía en su mensaje alguna salvedad.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, insistía este miércoles en que las fiestas navideñas en la región se desarrollarán sin ninguna restricción adicional más allá de la obligación de llevar mascarilla o la distancia social, que hay que seguir manteniendo. Esa distancia social es de imposible cumplimiento en concentraciones como las de los vermús callejeros.
Page destacaba este 15 de diciembre que una región sin nuevas restricciones es posible gracias a que Castilla-La Mancha se coloca entre los mejores territorios en cuanto a la incidencia acumulada y gracias, también, a los buenos datos de vacunación, por encima de la media española.
Durante un acto en Toledo, ha subrayado Page que su Gobierno ha analizado pormenorizadamente el escenario y se ha tomado la decisión de «no cambiar la normativa hasta pasadas las navidades». Eso sí, no ha cerrado la puerta a que, en el caso de empeorar los datos drásticamente en próximos días, se pueda modificar esta instrucción.
En todo caso, ha abundado, no habrá cambios en hostelería, empresas o movilidad, lo cual «no quiere decir que la barrera esté levantada».
Una decisión «coherente»
Para García-Page, todo lo anterior es «lo coherente», ya que cuando los datos eran peores «se han exigido muchas cosas» a la ciudadanía, y hoy toca «ayudar al esfuerzo» que se ha realizado de forma colectiva.
«El comportamiento de la gente nos permite decir con confianza que no es necesario alterar la normativa. Eso me permite que, aunque sean con mascarilla, serán felices fiestas», ha aseverado.