Elena Granda es investigadora del Departamento de Ciencias de la Vida de la UAH. Ella participado en un estudio publicado en la revista Science, en el que se demuestra que el calentamiento global hará que aumenten las poblaciones de termitas.
– ¿Por qué el cambio climático aumenta la aparición de termitas?
– En el estudio liderado por Amy Zanne (Universidad de Miami, EEUU) y publicado en la revista Science en septiembre del año pasado, demostramos que las termitas – insectos que ayudan a reciclar la madera muerta de los árboles- son más sensibles a los cambios de temperatura que otros organismos descomponedores (microbios y hongos). Comprobamos que el calentamiento favorece la actividad de estos insectos, lo que dará lugar a una expansión de los mismos desde los trópicos hacia los polos norte y sur a medida que las temperaturas globales se calientan debido al cambio climático. Además, mientras que los microbios necesitan agua para crecer y consumir madera, las termitas pueden funcionar con niveles de humedad relativamente bajos. Por tanto, es muy probable que el papel clave que tienen las termitas en la descomposición de la madera se extienda más allá de los trópicos.
– ¿Cuáles pueden ser sus consecuencias y las estimaciones para los próximos años?
– Al ser organismos descomponedores de la madera, una mayor actividad de las termitas supondría una aceleración de la descomposición de madera muerta, con el consiguiente aumento de emisiones de CO2 y metano a la atmósfera. Ambos gases de efecto invernadero tienen la capacidad de aumentar más aun el calentamiento global, lo que supondría que las termitas pueden favorecer el cambio climático.
Las estimaciones indican que, por cada 10ºC de aumento en las temperaturas, las termitas aumentarán unas 6,8 veces su actividad, alterando así el ciclo del carbono por la emisión de carbono durante la descomposición de madera de hasta tres veces más cantidad que la emitida por los microbios. Se estima además un incremento del hábitat de las termitas que pase de los 39 millones de Km2 que existen ahora hasta unos 45 millones de Km2, con consecuencias importantes para el ciclo de carbono.
– ¿Se pueden remediar estas consecuencias de alguna manera?
– Los modelos se llevaron a cabo haciendo uso de distintos escenarios de cambio climático, y todos ellos predijeron una expansión de termitas en las regiones tropicales y subtropicales, con el grado de expansión dependiendo en gran medida de la extensión del calentamiento global terrestre. Por tanto, los remedios giran en torno a reducir el calentamiento global (a través de la reducción de gases de efecto invernadero) para evitar esta retroalimentación positiva del cambio climático.
– ¿Cómo ha participado la UAH en este estudio internacional?
– Ha sido una investigación coordinada en la que hemos replicado un mismo experimento que consistía en instalar bloques de madera de Pinus radiata en 133 lugares de 6 continentes y cuantificar su descomposición, tras 12 y 24 meses, por parte de distintos organismos descomponedores. El proyecto global ha involucrado a un centenar de investigadoras e investigadores de 22 países de todo el mundo, incluyendo varios equipos españoles pertenecientes a la Universidad de Lleida (UdL), el centro de investigación Agrotecnio, el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Alcalá (UAH).