Hay «puntos ciegos» en el sistema de control de drones de Barajas. Así ha quedado demostrado y así lo han admitido sus responsables tras el incidente ocurrido días pasados en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. La investigación sigue abierta por parte de la conocida como ‘policía del aire’. En su labor cotidiana, cada día neutralizan unos tres vuelos de drones en la capital. En esos casos, se interviene porque no cuentan con autorización previa. Olvidarse del permiso necesario puede acarrear cuantiosas multas a sus usuarios.
El sistema antidrones, aún en fase de despliegue, utiliza unas antenas y un sistema informático que comparten tanto Policía Nacional como la Guardia Civil. Cada cuerpo debe responder de las incidencias que ocurran en su demarcación. Eso fue lo que ocurrió en el último incidente clasificado de máxima gravedad, el del 3 de febrero. Como informó LA CRÓNICA, se cerraron las pistas de Barajas durante horas después de que un piloto avistara un dron en la zona de Paracuellos, junto al aeropuerto.
Lo relevante es que aquella mañana no llegó a saltar ninguna alerta en las pantallas ni de la Guardia Civil –competente en la zona de Paracuellos– ni de la Policía Nacional. Mientras que algunos se apoyan en eso para negar la existencia del aparato, otros asumen la existencia de un ‘punto ciego’, al que no llega la cobertura de las antenas que han sido desplegadas hasta la fecha.
Aún no han «cazado» al responsable del dron
«No llegamos a la zona que está más allá de Paracuellos», ha explicado el inspector José Luis Boto, uno de los mandos de la Policía al frente de la unidad que supervisa el sistema desplegado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Este responsable policial está convencido de que darán con el piloto del dron: «Se está investigando y seguro que al final se esclarecerá el incidente».
Los vuelos de drones no pueden superar los 120 metros de altura y además existen restricciones en un radio de ocho kilómetros alrededor de cualquier aeropuerto o helipuerto, incluyendo hospitales o servicios de emergencia. «La mayoría de incidentes», asegura este mando policial, «es gente que no sabe que no puede volar, que está totalmente prohibido en Madrid sin permiso previo». Este experto cree que fue lo que pasó en Barajas: «Su intención creo que no era hacer daño».
El uso sin autorización de los drones puede conllevar multas de 60 euros, si son leves, a 4,5 millones de euros, las más graves, de acuerdo a la Ley de Seguridad Aérea. También se puede incurrir en infracciones penales, por ejemplo por un delito contra la intimidad si se utiliza para grabar a terceras personas. «Los drones no son un juguete», ha recordado el responsable policial al explicar a la prensa el funcionamiento de este sistema que usa inteligencia artificial.