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21 noviembre 2024
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AUGUSTO GONZÁLEZ PRADILLO / Rozalén, el hombre detrás de Bono

Cristóbal, el gran Cristóbal, mantuvo durante toda su vida un trato con la vida y con el mundo: demostrar que es posible transitar y dejar huella sin hacer daño.

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Este jueves, al filo de las 11 de la mañana, un tuit ensombrecía la mañana. «Acaba de morir mi padre… Que nunca dejó de cogerme en brazos». El mensaje lo firmaba Rozalén, tan conocida por toda España como cantante.

Hubo un tiempo, hace muchos años, en que Rozalén había solo uno en Castilla-La Mancha y era muy grande. No sólo porque fuese un hombretón, que lo era, sino porque Cristóbal Rozalén estaba detrás de toda la capacidad de omnipresencia de José Bono Martínez, cuando este presidente regional.

Cristóbal, el gran Cristóbal, manejaba con fundamento capacidades celestiales como la omnipresencia o la omnisciencia, adobadas con una humanidad de la que tantas veces el propio Dios parece ajeno. Por esas cosas del Cielo y de la Tierra, el cura Cristóbal dejó de serlo a los diez años de oficiar misas. De su matrimonio nació María, la que hoy le llora. Y de sus andanzas por los caminos de aquella región a medio inventar aún somos muchos los que podemos dar testimonio, aunque sin llegar a la condición de apóstoles, porque no era el caso y él nunca lo pretendió.

Cristóbal, el gran Cristóbal, ese Cristóbal Rozalén que aun siendo grande se volatizaba como por ensalmo y con intencionada discreción en los actos públicos de José Bono, tenía una virtud de extrema utilidad: dentro de su cabeza estaba toda Castilla-La Mancha. Conocía, y recordaba, tanto por su nombre como por sus circunstancias, a miles y miles de paisanos. Aquel corpachón culminado por una sonrisa se abalanzaba sobre ti y te hablaba como si le hubieras visto anteayer. Al tiempo, estrechaba tu mano con la firmeza del hombre de campo cuando cierra un trato. Y al final, caes en la cuenta de que la clave estaba ahí… Era un trato más allá de lo inmediato.

Cristóbal, el gran Cristóbal, mantuvo durante toda su vida un trato con la vida y con el mundo: demostrar que es posible transitar y dejar huella sin hacer daño.

Descanse en paz, con este recuerdo emocionado desde el camino.

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