Está a medio camino de una película de intriga y de un sainete costumbrista. Y así, desde hace muchos meses. La designación del candidato del Partido Popular para la Alcaldía de Guadalajara se ha convertido en un proceso inacabable y que depende, en un última instancia, de lo que se decida en las plantas superiores de la sede nacional del partido en la madrileña calle de Génova. Según ha podido constatar LA CRÓNICA, en las últimas fechas ha cobrado especial fuerza una opción que hasta ahora no se consideraba apenas en las quinielas: Ana Guarinos.
La molinesa, con residencia desde hace décadas en Guadalajara, y más concretamente en un populoso y humilde barrio de la capital, estaría aguardando el plácet de Alberto Núñez Feijóo. El presidente nacional del PP se reserva la decisión última en todas las capitales de provincia y, según ha podido saber este diario, sobre su mesa hay varios candidatos incluso a esta alturas de la precampaña. No obstante, en las últimas horas se ha acentuado la convicción en algunos niveles del PP provincial y regional de que Guarinos podría ser la alternativa final.
Otros nombres que se han barajado van desde le exdiputada nacional Silvia Valmaña hasta el portavoz municipal actual, Jaime Carnicero, pasando por su homólogo en la Diputación, Alfonso Esteban e incluso quien fuera concejal del equipo de Gobierno de Antonio Román en la pasada legislatura, Armengol Engonga. También fue propuesta en voz alta en un pleno Itziar Asenjo… por boca de la portavoz socialista, Sara Simón. El PP se comprometió a tener candidato la pasado primavera, algo sobradamente incumplido.
Román y Guarinos, entre encuentros y encontronazos
La actual vicepresidenta de las Cortes de Castilla-La Mancha, Ana Guarinos, ya tuvo asiento como concejala en el Ayuntamiento de Guadalajara, aunque entonces fuera como compañera/rival del entonces alcalde Antonio Román. De hecho, los encontronazos entre las facciones que estos dos políticos representan dentro del PP de Guadalajara afloran una y otra vez cuando se intenta dar alguna explicación al hecho de que la capital alcarreña sea la única en no tener candidato. Él dejó de ser alcalde y ella cedió la presidencia del partido a Lucas Castillo, aunque ambos parecen haberse ido sin dejar de estar.
La mayor experiencia municipalista le viene a Guarinos de sus cargos en la Diputación Provincial, donde fue presidenta hasta que Ciudadanos pidió su cabeza. Como vicepresidenta, siguió mandando.
Con Paco Núñez al frente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Guarinos ha recobrado presencia mediática desde Toledo y ha entrado en los órganos de poder del PP en Madrid. Por esos pasillos ocasionalmente se cruza con Antonio Román, que también ha hecho sus deberes y se mantiene en el candelero y no sólo por su actual cargo de senador.
La proximidad de Ana Cristina Guarinos López a Paco Núñez no es preciso resaltarla, al igual que tampoco se olvida que Román entró en liza contra Núñez en el proceso interno que se abrió para encontrar un relevo de Cospedal al frente del PP de Castilla-La Mancha. También anduvo por ahí Carlos Velázquez, que a la postre ha sido el elegido por el partido para intentar un improbable asalto al Ayuntamiento de Toledo. Se demuestra que mandar en la región no significa, necesariamente, verse correspondido por Madrid.
Sea como fuere, arrancaba el 2023 con una nueva promesa de que, al fin llegaría la gran revelación: se posponía el fin del misterio para la segunda mitad de enero, una quincena que hoy precisamente comienza.
Núñez anunciaba el pasado 3 de enero que a lo largo del mes habría dos actos, a nivel nacional, para presentar tanto los candidatos a presidencias de gobiernos autonómicos (ya celebrado, en Zaragoza) como los aspirantes a las alcaldías de capitales de provincia y ciudades mayores de 20.000 habitantes. Será en la segunda mitad del mes, según insistía Núñez, por lo que pedía «esperar» a que se conozca esa decisión para hacer valoraciones.
Obviamente, en los mentideros políticos se siguen haciendo, al igual que hace más de un año, a falta de concreciones.