En principio, los datos del INE son más ciertos y fiables que los del CIS. Mientras que el Centro de Investigaciones Sociológicas está al servicio del Gobierno, las tablas del Instituto Nacional de Estadística son puros números, agregados sin intencionalidad política. El problema, claro, es descender hasta la dimensión exacta para acertar con el análisis correcto, aplicable a cada situación concreta.
Dicho con otras palabras, acaba de conocerse que en España la compraventa de viviendas registró el pasado mes de marzo un retroceso del 19,3% con respecto al mismo mes de 2023, hasta un total de 44.878 operaciones. Con esa caída, la compraventa de viviendas vuelve a tasas negativas después del repunte del 5,8% que había registrado en febrero y con el que se puso fin a un año de caídas interanuales consecutivas.
¿En toda España? No. Guadalajara va por libre en este caso. Tan libre como el mercado, que responde a las leyes de la oferta (escasa) y de la demanda (creciente) para crear, sobre todo en la capital de la provincia, un panorama muy bien definible como zona tensionada, aunque oficialmente aún no lo sea. Y aunque este sea un concepto que se aplica al alquiler, donde también las rentas van en imparable ascenso.
Guadalajara es una excepción notable
Según los datos que ha podido consultar LA CRÓNICA, el marcado de compraventa de vivienda en la provincia de Guadalajara no para de crecer. Más exactamente, ha aumentado un 35% el número de operaciones concretadas en un solo mes, el de marzo, si comparamos este año con el anterior: de 293 hemos pasado a 395.
Lo más importante es que no es una excepción, sino una tendencia. Y que en marzo incluso se vendieron menos pisos y chalés que en febrero de este año, cuando cambiaron de manos 322 viviendas usadas y encontraron comprador 311 nuevas, para un total de 633 compraventas. En enero habían sumado 439.
Lo que se comprueba uno y otro mes desde hace ya tiempo es que en Guadalajara hay necesidad de más oferta de vivienda, que le quite presión a los precios, necesariamente al alza ante la carencia de «producto».
No hemos recuperado el ritmo de transacciones del boom inmobiliario pero no porque el mercado no se esté recalentando, sino porque el parque de viviendas no es el mismo. En marzo de 2008, por ejemplo, aún se vendieron 542 viviendas en Guadalajara, casi todas nuevas, casi todas de precio libre. El llanto y crujir de dientes de los inversores llegaría pocos después y duró más de una década.
¿Y la vivienda «social»?
La antaño frecuente «vivienda protegida» no está, aunque se la espera. Ciertamente, en lo que va de siglo, brilla mayormente por su ausencia. Casi todo lo disponible es «libre», dado que tras la crisis de 2008 era incluso más barata que la vivienda pretendidamente social. En el pasado mes de marzo, tuvieron nuevos propietarios 32 pisos «protegidos» en el total de la provincia, pero es que un año antes fueron apenas 6. Para todos los efectos, no hay vivienda con algún nivel de protección pública. Para quien tenga dudas sobre qué estamos hablando, recomendamos la lectura atenta de la información de este enlace.
La evolución de la compraventa de viviendas en Castilla-La Mancha en marzo ha sido similar al conjunto de España, ya que desciende un 17,71% respecto al mismo mes del año anterior (frente a una bajada del 19,28% a nivel nacional), hasta un total de 1.836 operaciones. Si se compara con el mes anterior, la compraventa retrocede en la comunidad, con una caída del 21,91% intermensual.
De las operaciones de compraventa anotadas en marzo en Castilla-La Mancha, 1.724 se realizaron sobre viviendas libres y 112 sobre inmuebles de protección oficial. Atendiendo a la antigüedad de los inmuebles, 393 operaciones correspondieron a viviendas nuevas, y 1.443 estuvieron relacionadas con edificios usados.
La compraventa de viviendas subió un 37,62% en Navarra y un 3,46% en Cantabria mientras que descendió en el resto de comunidades, con Baleares (-38,97%), Castilla y León (-29,96%) y Extremadura (-28,89%)., a la cabeza del retroceso.