Escenario propio de telefilme del fin de semana: una maravillosa vivienda unifamiliar en Alemania o en Estados Unidos, donde el propietario cuenta con un amplio garaje para sus vehículos. Allí, si el coche es eléctrico, no hay problema para dejarlo recargando sin temor y sin prisas.
La cosa cambia en la realidad, claro. Como señalan desde el portal Idealista, especializado en la compraventa de inmuebles, el reto de la movilidad eléctrica «encuentra un obstáculo en la imposibilidad de muchos hogares españoles para instalar un cargador eléctrico para su vehículo en una plaza de su propiedad».
Si ya es una mortificación diaria para muchos intentar encontrar un lugar en la calle donde dejar que «duerma» el coche –con los contenedores de todo tipo de basuras cada vez más numerosos, a costa de las plazas de aparcamiento en las aceras– lo de la recarga del soñado coche eléctrico es una utopía aún más inalcanzable para muchos.
De acuerdo con los datos de ese informe, más de la mitad de las viviendas de España (el 55 por ciento) no cuentan con una plaza de garaje en propiedad en la que instalar estos sistemas de recarga.
Guadalajara, la tercera provincia y la quinta ciudad mejor situada
Málaga es la que cuenta con un mayor parque de viviendas con garaje en el que instalar puntos de recarga, ya que el 64 por ciento de sus viviendas cuentan con parking. Le siguen las provincias de Pontevedra (61 por ciento). La provincia de Guadalajara comparte un honroso tercer puesto (56 por ciento) con Valladolid (56 por ciento) y algo por encima de Lugo (55 por ciento), Granada (52 por ciento), Cantabria (52 por ciento), Toledo (51 por ciento), Murcia (51 por ciento), Castellón, Segovia y Orense (50 por ciento en los tres casos) como las zonas en las que al menos la mitad de sus viviendas son susceptibles de contar con un cargador. Guipúzcoa, por su parte, marca el extremo contrario, ya que solo una de cuatro viviendas (el 25 por ciento) tiene garaje, y por tanto en las tres restantes no se podrían instalar cargadores eléctricos.
Le siguen las provincias de Barcelona (30 por ciento), Vizcaya (30 por ciento), Jaén (32 por ciento), Córdoba (32 por ciento), Cáceres (36 por ciento), Sevilla (37 por ciento), Valencia, Badajoz, Lleida y Burgos (38 por ciento en las 4 provincias). En Madrid el porcentaje sube hasta el 40 por ciento del parque. En el caso de las capitales, las diferencias entre unas y otras son aún más notables.
En cuanto a las ciudades, lideran la posibilidad de instalar cargadores eléctricos para vehículos las ciudades de Lugo (64 por ciento), Pontevedra (62 por ciento), Murcia (53 por ciento), Ávila (53 por ciento), Guadalajara (53 por ciento) y Albacete (50 por ciento). Por debajo se encuentran ciudades como Vitoria (49 por ciento), Ourense (48 por ciento), Teruel (48 por ciento), Santa Cruz de Tenerife, Soria, Ceuta, Oviedo y León (con 47 por ciento en los 5 casos).
En Cádiz, por su parte, solo el 13 por ciento de las viviendas tienen garaje, un porcentaje que sube hasta el 14 por ciento en el caso de Barcelona. Por encima del 20 por ciento encontramos las ciudades de Bilbao (21 por ciento), Valencia (23 por ciento), Huelva (25 por ciento) o San Sebastián (26 por ciento). En la ciudad de Madrid, el porcentaje de viviendas con garaje tampoco alcanza al tercio: suponen solo el 28 por ciento.
Recordar que en caso de que el propietario de una plaza de garaje en una comunidad quiera instalar un punto de recarga para su uso particular el resto de los vecinos no puede oponerse.