Acaba de darse a conocerse una nueva encuesta de la EPA, con resultados de muy diferente interpretación para Guadalajara. Así, al tiempo que sigue siendo la provincia de Castilla-La Mancha con mayor tasa de actividad entre su población, ésta no ha llegado ni de lejos a recuperar los niveles previos a la pandemia del COVID que, a su vez, fueron los mejores en lo que va de siglo.
Son datos que se deducen de lo revisado por LA CRÓNICA en fuentes del Instituto Nacional de Estadística, en una serie que comienza en 2002.
El tercer trimestre de 2023 ha terminado en la provincia de Guadalajara con 15.900 desempleados y una tasa de paro del 11,07%.
Respecto a la ocupación, se han registrado a 30 de septiembre 127.500 ocupados y, lo que es más significativo para esta información, una tasa de actividad del 63,87%. De las personas ocupadas, 69.900 eran hombres y 57.500, mujeres. Del mismo modo, entre los parados, había más hombres (8.300) que mujeres (7.500 mujeres).
¿Qué indica la tasa de actividad?
Aunque el dato más conocido es el del número de desempleados o su porcentaje, la tasa de actividad puede llegar a ser más reveladora de la pujanza de una población y de un territorio concreto. Es así por que este índice se obtiene al dividir la población activa (la que trabaja o está en actitud de hacerlo aun estando ahora desempleados) y el total de la población en edad de trabajar, que en España empieza a los 16 años y no termina hasta la jubilación.
La media regional está en el 52,67%, frente al 63,87% de Guadalajara, lo que marca bien las diferencias entre los territorios de Castilla-La Mancha: Albacete un 58,94%; Ciudad Real, 55,8%; Cuenca, 57,34% y Toledo, la más cercana a Guadalajara, un 60,71%. La pujanza logística del Corredor del Henares y últimamente también de La Sagra explican en buena medida estos datos.
¿Cómo ha evolucionado la tasa de actividad en Guadalajara?
El mercado laboral más potente de toda Castilla-La Mancha ha conocido tiempos mejores incluso en este siglo. Si en 2002 encontramos la tasa más reducida, con un 51,14% en los comienzos de 2002, la línea ascendente siguió imparable en toda esa década, incluso a pesar de la gran crisis de 2008, que aquí no se hizo notar de manera contundente hasta un lustro después. Hasta ese momento se había elevado hasta el 66,32%
Hubo que esperar a mediados de 2019 para alcanzar máximos en la provincia, con un 67,9% de tasa de actividad que nunca más se ha vuelto a ver. El resto de aquel año, los economistas andaban enzarzados en la polémica de si las cifras macro apuntaban ya a un recesión de la economía española y, en efecto, en la provincia de Guadalajara retrocedía ya (hasta un 66,25%) cuando llegó la pandemia. A partir de ahí, todo fue decididamente a peor.
Lo peor de lo peor se contabiliza, en este indicador, a finales de 2021, con un magro 59,79% de tasa de actividad en la provincia. Desde ahí ha vuelto a repuntar hasta que en 2023 se ha estabilizado a lo largo del año… para caer ligeramente en el último trimestre. Habrá que ver la tendencia para el 2024, que llega entre mensajes contradictorios.