¿Qué puede llevar a tres hombres, de edad más que adulta, a encerrarse juntos durante meses, sin ver la luz del sol? ¿Qué interés puede tener juntarse para ver crecer, día a día unas plantas? Bastante, si lo que se cultiva es marihuana y en una cantidad suficiente como para que las perspectivas de negocio fueran más que interesantes.
Todo eso es lo que frustró el pasado martes la Guardia Civil en el polígono de Cabanillas. Fue allí donde se detuvo a tres ciudadanos chinos, de entre 40 y 57 años, recluidos con provisiones para varios meses en el interior de una nave industrial.
La operación tiene numerosos aspectos inéditos.
• Sorprende la propia nacionalidad de los implicados, dado que hasta ahora los encargados de las plantaciones suelen provenir de países del Este o de Latinoamérica. Alguna vez ha «caído» en esta provincia alguno con pasaporte de China, pero de forma hasta ahora casi excepcional.
• También es inusual la propia dimensión pretendida, con 9.000 plantas de marihuana, lo que constituye uno de los mayores cultivos incautados bajo techo en la provincia de Guadalajara en los últimos años.
• Del mismo modo, asombra la poca pereza de estos emprendedores delincuentes, capaces de excavar un túnel de 15 metros de longitud como única manera de enganchar de forma ilegal con el tendido eléctrico.
• Y por encima de todo, lo más extraño fue encontrar en la planta baja de la nave una cocina perfectamente equipada, con alimentos en neveras y congeladores almacenados en tan gran cantidad que podían abastecerles durante meses. Además, hicieron acopio de suficientes productos de higiene como para poder convivir en la instalación sin generarse demasiadas molestias mutuas.
• El túnel, además de proveerles de electricidad, se convirtió en refugio cuando entró la Guardia Civil. Según ha podido saber LA CRÓNICA, al comprobar la entrada de los agentes, estas tres personas se precipitaron hacia el túnel y se escondieron en él, intentando disimular la entrada al mismo con un tablón de madera. Fueron localizados, sí, pero sacarlos de allí fue mucho más complicado de lo esperado, por lo angosto que era, como se comprueba en el final del siguiente vídeo:
Pladur en cantidades industriales
Los agentes investigaban esa nave industrial desde hace tiempo, teóricamente destinada a la exportación de alimentos.
En el transcurso de las investigaciones se comprobó que, transcurridos varios meses desde el alquiler de la nave, aparentemente no se estaba realizando ninguna actividad comercial. Sí se logró averiguar que varias personas, todas de origen chino, descargaron multitud de paneles de pladur y otros materiales, posiblemente destinados a la instalación de una plantación de marihuana.
A partir de ahí, el hilo y el ovillo hasta el desenlace provisional del pasado 28 de noviembre.
El caso ha pasado ya al Juzgado de Instrucción nº 4 de Guadalajara. La jueza titular, con experiencia en estas lides, deberá valorar este presunto delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. Un caso que no está cerrado y que puede desembocar en nuevas detenciones.