El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha visto obligado a cancelar su agenda oficial de este viernes, tanto la pública como la que iba a mantener con el círculo institucional más cercano, por problemas de salud.
Según se ha comunicado, se trata de «una descompensación de tensión». Es la misma afección que se identificó hace casi tres años, que le mantuvo inactivo varios días después de dos meses de síntomas no adecuadamente tratados, según se dijo entonces.
García-Page tenía previsto este viernes asistir, a las ocho de la tarde y en Albacete, a la gala de entrega de la XXIV edición de los Premios de San Juan, convocados por la Confederación de Empresarios de Albacete, en el Palacio de Congresos de la ciudad albaceteña.
La anterior baja notoria por motivos de salud se remonta a 2020, en plena pandemia. En aquella ocasión, Page reapareció tras pasar cinco días en casa por indicación médica, con un acto en Cabanillas del Campo.
Entonces, el presidente regional comentó jocosamente que había tenido «condena de sofá, que es la peor para mí».
Tampoco se libró, como tantos otros españoles, de un período de obligada ausencia pública tras un contagio por COVID, que en su caso se produjo en la Conferencia de Presidentes celebrada en la isla de La Palma.