Tan enfrascados como estamos en el día a día de la pandemia hemos dejado en el olvido que en estos días aspirábamos a estar de concierto en concierto en Guadalajara. Sin aspirar a superar la terrible ironía de la nueva normalidad que algún presidente del Gobierno anunció, sí se preveía al menos dar buena cuenta de la programación prevista en el Teatro Buero Vallejo. Pues ni por esas.
La cita más inminente que ha caído víctima del «Nivel 3» es la de Fuel Fandango. Tendrían que haberse subido a las tablas en la calle Cifuentes el próximo viernes, 12 de febrero, pero no será así. El espectáculo se ha pospuesto hasta el 25 de septiembre de 2021… ¿después de las Ferias que quizá tampoco se celebren?
Dentro del ciclo «Óxido en el Buero» todavía se espera la llegada de Despistaos (con doble sesión para el 13 de marzo); Ciudad Jara (10 de abril) y Medina Azahara (15 de mayo). En estos casos hay alguna entrada todavía a la venta por Internet, hasta cubrir un tercio del aforo. En estos momentos no hay ninguna certeza de que se vayan a celebrar ni en qué condiciones.
El concierto de Kutxi Romero, que era el primero de la serie y para el que se habían agotado las entradas, no pudo realizarse el 30 de enero y se ha aplazado para el 27 de marzo. Pandemia mediante.
El drama de la Sala Oxido, en boca de su responsable
Dani Pérez, responsable de la Sala Óxido, recuerda que la situación por la que atraviesa el emblemático local de la capital alcarreña es de «cierre total y absoluto» desde el 8 de marzo de 2020.
«En ningún momento nos han permitido abrir, ya que en agosto se autorizó un 50 por ciento de aforo que no era tal, porque se quedaba en un 12 por ciento con la distancia social. Por eso ninguna sala grande ha abierto», detalla en declaraciones a Europa Press para LA CRÓNICA.
Una situación que Pérez califica de «insostenible» porque tiene que seguir pagando el alquiler de la sala y los impuestos, a lo que ha unido «la gran inversión hecha en equipos» que no puede tirarse «por la borda». «Vas aguantando hasta que piensas en qué hacer».
Desde camisetas a «streaming»
Es por ello que la primera iniciativa que pusieron en marcha fue en abril del pasado año con la venta de camisetas. Una iniciativa que ha afirmado que «funcionó bien» porque se vendieron unas 300, aunque ha señalado que con el nivel de gasto que tiene la sala ha sido «muy poco».
Después, Pérez recuerda que se llevó a cabo, en colaboración con el Ayuntamiento de Guadalajara, un ciclo de conciertos desde la Sala Óxido, en formato streaming, con grupos locales.
Y, finalmente, llegaba el ansiado ciclo de conciertos en enero, febrero, marzo, abril y mayo para los que el Ayuntamiento les ha cedido el Teatro Buero Vallejo. La iniciativa, bajo el nombre de ‘Óxido en el Buero’ cuenta con Kutxi Romero, Fuel Fandango, Despistaos, Ciudad Jara y Medina Azahara. De ellos, los dos primeros ya se han pospuesto. «Es desesperante y da una pereza tremenda porque hablas con los grupos y están desanimados», exclama Pérez.
«La idea es seguir siempre y cuando la pandemia lo permita y los conciertos que se aplazan los ponemos a la cola». Con todo, el responsable de la Sala Óxido de Guadalajara reclama ayudas directas para este tipo de locales. Considera que «no es comprensible» que se siga pagando «todo con normalidad» cuando no se le permite abrir al público. Otra reclamación es que se les concedan licencias de salas de conciertos, porque «no es normal» que cada sala tenga un tipo de licencia distinta.