En el año 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, con el fin de celebrar la importancia de impulsar y formar a los jóvenes para que adquieran habilidades para el empleo y el mundo empresarial.
Su principal objetivo es difundir la conciencia sobre la formación técnica, la educación vocacional y otras habilidades relevantes para las economías locales y globales. Pero, sobre todo, para concientizar sobre la importancia que tienen los jóvenes y su papel en abordar los desafíos globales y lograr un futuro más sostenible, inclusivo y justo.
Se necesita un impulso mayor que el existente
En una sociedad en la que, no se hace atractivo el emprendimiento o el autoempleo, es importante fomentar y educar en esta faceta de ganarse la vida en los jóvenes, ya que los pequeños negocios también son muy importantes para el desarrollo sostenible del país.
Es necesario, por tanto, un mayor impulso y formación en las diferentes etapas educativas, tanto en instituciones públicas como privadas, incluso desde edades tempranas como primaria, pasando por la ESO, hasta los ciclos formativos de formación profesional y durante la etapa universitaria.
Se requiere un esfuerzo combinado de las diferentes administraciones locales, regionales y nacionales para garantizar que se aliente a los jóvenes a que emprender es una buena opción a tener en cuenta.
Y, por supuesto, tienen que garantizar que existan oportunidades y un entorno propicio para hacerlo. Porque el talento joven es uno de los mejores tesoros que puede albergar un país, si hablamos de capital humano.
Importancia de la educación y la formación técnica y profesional
De no ser así, la realidad que se nos dibuja es bastante desalentadora, ya que el desempleo juvenil ha estado aumentando durante los últimos años, lo que evidencia un problema grave al que se enfrentan las sociedades y economías hoy en día, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.
Y no solo se debe a la pandemia de COVID-19 de la que apenas nos estamos recuperando, sino que es una tendencia que viene desde hace varios años.
Dando como resultado la aparición de un buen número de jóvenes que se denominaron como “ni-ni” (sin empleo, educación, ni capacitación). Según el Monitor de la Educación y la Formación de la Comisión Europea, España fue el país con la proporción más alta de jóvenes NINI entre 18 y 24 años en 2018. Y en 2021, el porcentaje de “ni-nis” entre 15 y 29 años alcanzó el 14,1%.
Con una gran cantidad de jóvenes que no trabajan, ni estudian, ni reciben ningún tipo de formación, es sumamente importante que las instituciones de educación y formación técnica y profesional, así como el sector público y privado, reconozcan y enfrenten el desafío de preparar a los jóvenes para que puedan desarrollar una carrera profesional vocacional y desarrollar su espíritu y capacidades empresariales.
Dotar a los jóvenes de habilidades para emprender también es importante para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas, que tienen que competir con gigantes como Amazon, AliExpress, las grandes cadenas hoteleras y similares.
Estas megaempresas, aunque son valiosas para el desarrollo del país, a menudo fulminan a pequeños negocios que poco pueden hacer contra los grandes recursos de las grandes compañías.
Y sumado a un entorno político, económico y fiscal que hace que sea más sencillo y rentable sacar una oposición de funcionario o conseguir un trabajo en una multinacional que emprender, es entendible que pocas personas busquen desarrollar su propio negocio.