En los tiempos de la Inteligencia Artificial hay mucho tonto suelto, como resulta bien evidente, tanto en la calle como en las redes sociales. En estas últimas, uno de los ejemplos más preclaros de tal desquicie lo da Facebook. Son capaces de acabar con la paciencia de cualquiera y con LA CRÓNICA ya lo han conseguido.
Desde hace meses, la multinacional aplica normas aleatorias dentro de una supuesta persecución, automatizada, del spam.
De este modo, en este lunes de inicios de septiembre, es admisible para sus robotizados censores una primera noticia titulada Dani Molina, medalla de oro en París, pero impide la publicación en el muro de este diario de una posterior, Primeras declaraciones de Dani Molina tras su medalla de oro en París, que desarrolla la información con los testimonios del deportista.
¿Alguien se lo explica? Facebook no lo hace, puesto que sólo molesta, incordia, restringe y hace lo que considera y a su antojo, sin ni siquiera haber respondido una sola vez a las muchas decenas de solicitudes de revisión que este diario ha planteado, en defensa de los muchos miles de lectores que tienen por costumbre seguir la actualidad de LA CRÓNICA desde esa opción, tan crecientemente problemática. Y amenazando, eso sí, con terribles consecuencias por generar un spam que no es spam.
Pues hasta, aquí. Al menos por ahora, hasta que escampe tanta sinrazón.
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