LA CRÓNICA se lo contó cumplidamente a sus lectores el 15 de agosto de 2018, una fecha que pasó a los anales del toreo de Guadalajara aunque fuera sobre la arena de Las Ventas, en Madrid. Aquel día, bajo un intenso calor, triunfó el toreo puro de Juan Ortega, ante los ojos asombrados de muchos de sus paisanos, desplazados hasta la capital de España para la ocasión. La cita y la oportunidad se repetirán para el oriundo de Checa y para sus seguidores el Domingo de Resurrección, como parte de un arranque de temporada que ha despertado gran expectación entre los aficionados.
Antes, el Domingo de Ramos, 14 de abril, se presentaba intenso con los toros de Victorino Martín, que serán lidiados por Fernando Robleño, Octavio Chacón y Pepe Moral. Esa tarde, tras la expectación, llegó la decepción sin paliativos.
Tras ese "cartelón" fallido, el del Domingo de Resurrección se ha planteado por parte de la empresa como reconocimiento a promesas del toreo, una terna de proyección de futuro. Ante toros de El Torero tres jóvenes toreros. David Galván abrirá la tarde, un torero que desde su confirmación en 2013 ha dejado en este ruedo su personalidad. Le acompañará Juan Ortega, otro de los nombres del año pasado en Madrid en la tarde del 15 de agosto en la que cortó una oreja y un toreo clásico del gusto de la afición. Cerrará el cartel el sevillano Pablo Aguado, que cortó una oreja en la corrida de Victoriano del Río.
Sobre lo ocurrido el 15 de agosto de 2018 en la Madrid, Augusto González publicó una amplia crónica en la que, entre otros aspectos, se recogían pasajes como los siguientes:
"Para acercarse un 15 de agosto a la plaza de Las Ventas cuando el termómetro marca los 34 grados a la sombra caben un puñado de posibilidades: ser un aficionado de vuelta de la playa; ser un aficionado sin dinero para ir a la playa; ser turista japonés de paso por Madrid; ser turista, aun no siendo japonés, de paso por Madrid… o ser de Guadalajara y dejarse llevar por la muy nutrida cohorte de seguidores que arrastra Juan Ortega, checano por sus orígenes aunque sevillano de nacimiento y cordobés de formación.
Con una Monumental en obras y cocida por el sol, al menos daba gusto este miércoles deambular por los bajos de la plaza y saludar a diestro y siniestro, arriba y abajo y por todos los rincones a conocidos de la provincia, una de las más taurinas de España a pesar de todos los pesares.
Aficionados, amigos y asimilados se dieron cita en la capital del Reino para ver a un chaval que ya no es tan joven, ingeniero agrónomo por formación y torero por convicción. A orillas del Henares no podrán hacerlo, por esas cosas de los despachos.
(…)
Desgranado este amplio prolegómeno, deducirá el lector que pocas veces los tendidos de Las Ventas se han mostrado tan dispuestos a favor de un diestro como lo estuvieron este miércoles a beneficio de Juan Ortega. Allá dónde no había cemento había, aproximadamente, un partidario o un turista, también ganado para la causa.
Con el viento metafórico a favor (y sin viento alguno sobre el ruedo) lo cierto es que el apreciado paisano le dió motivos para la euforia al bueno de don Jacinto, su padre, y a todo el acompañamiento. Toreó como debe hacerse, con un son tan acompasado de principio a fin que en algunos pasajes era para no creer.
Ya apuntó maneras en el quite que le hizo al de Valdefresno que abrió plaza, que correspondía a un gris Pepe Moral. La oreja llegaría en el segundo, al que recibió de muleta doblándose por bajo para, a partir de ahí, ser y sentirse torero. ¿Se puede pedir algo más? Matar bien. Y lo hizo. La petición de oreja fue mayoritaria y la vuelta al ruedo con el trofeo, una satisfacción para propios y extraños, juntos ya a esas alturas de la tarde en lo de apreciar el arte desgranado en esa faena para el recuerdo".