Texto: Enrique Sancho
Se acaba de clausurar la breve pero destacada exposición “El reflejo de la Época Dorada”, una retrospectiva de pinturas de los maestros chinos de la Dinastía Song (siglos X al XIII) en el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona, en la que también se han presentado otras artes y tradiciones. La muestra es una iniciativa del Departamento Provincial de Cultura y Turismo de Zhejiang y la Universidad de Zhejiang.
En el acto de inauguración estuvieron presentes destacadas autoridades de China y altos representantes de Barcelona y Cataluña. Presidió el acto Hu Heping, ministro de Cultura y Turismo de la República Popular de China que estuvo acompañado por Zhu Jingyang, cónsul general de la República de China en Barcelona, Liu He, director general del Departamento de Cultura y Turismo de la provincia de Zhejiang, Laia Bonet, Teniente de Alcalde del ayuntamiento de Barcelona, José Enrique González, director del Museu Europeu d’Art Modern (MEAM) y el recién nombrado delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, que saludó por video.
Recibió a los asistentes un conjunto musical que interpretó melodías chinas y también la célebre habanera “La paloma” de Sebastián de Iradier, muy popular en ambos países. El acto estuvo presentado en dos idiomas por Esperanza Qiaonan que también fue la responsable de coordinar toda la exposición y atender a los más de cien invitados y autoridades. En sus distintos discursos todos ellos se congratularon de esta magnífica exposición, que coincide con el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y España, y con el encuentro del presidente del Gobierno de España con el presidente de China.
La provincia Zhejiang de donde proceden las pinturas –indicó Liu He– “es una de las cunas de la antigua civilización china y una de las principales provincias culturales y turísticas del país, con sus recursos espectaculares únicos. Está conocida como «la tierra del pescado y el arroz, la capital de la seda y el té, el lugar de las reliquias culturales y un destino turístico».”
Por su parte la Teniente de Alcalde de Barcelona, Laia Bonet, indicó que este encuentro es “una nueva oportunidad para integrar una muestra de cultura china en la agenda cultural de nuestra ciudad, como ya hacemos con la celebración del año nuevo chino. Una celebración que congrega a muchos barceloneses y barcelonesas en nuestras calles y ofrece una vívida representación de las bellas tradiciones culturales chinas.”
Amor a la naturaleza y el paisaje
Alrededor de un centenar de pinturas, entre originales y réplicas mostraban sobre todo bellos paisajes y motivos vegetales. La pintura de paisaje es una de las expresiones más bellas de la cultura china. En un intento por escapar de la agitación que se produjo al final de la dinastía Tang (618-906), varios pintores del siglo X se retiraron a las montañas donde encontraron en la naturaleza, el equilibrio moral que habían buscado en vano en el mundo humano. En estas imágenes visionarias de paisajes, representaban la gran montaña, que se alzaba sobre todo lo demás, como un gobernante que vigilaba a sus súbditos: un tema idealizado adoptado por pintores posteriores de la corte Song, que lo transformaron en un emblema de un estado bien ordenado.
La pintura tradicional china se transmite en forma de pinceles mojados en agua, tinta y color y pintados sobre seda o papel, con una larga historia y una exquisita destreza. A través de obras sobre temas como figuras, paisajes, flores y pájaros, refleja la comprensión de las personas de la época antigua sobre la naturaleza y la sociedad, y es una de las cuatro artes principales, que son: la música, el ajedrez, la caligrafía y la pintura.
Otras artes y tradiciones
Además de las pinturas de la Dinastía Song, en la exposición de Barcelona, que en mayo viajará a Madrid, se muestran otras obras de arte y algunas tradiciones que permiten conocer mejor esta región china. Buen ejemplo es la cerámica de celadón, un esmalte translúcido verde o azul-gris, con un vidriado fino y suave, muy popular en toda Asia, ya que permite obtener el color del jade, la piedra sagrada, y que se elabora en Longquan, provincia de Zhejiang.
Otro arte tradicional es la talla del sello con una larga historia y una vasta cultura en China. La Xiling Seal Art Society, organización artística de Hangzhou, capital de Zhejiang, es la cuna de la talla del sello en oro y piedra. Es la práctica de esculpir símbolos culturales como poemas, celebridades culturales, alusiones históricas, paisajes, flores y pájaros en piedra u otros materiales, transmitiendo el espíritu del mundo con un centímetro cuadrado, y llevando mil mensajes con la emoción del cuchillo y el pincel.
El diseño floral era una de las cuatro artes de la vida veneradas por el pueblo Song. Los artistas, escritores y sus obras siempre iban acompañados de adornos florales, ya fuera cuando recitaban poesía o pintaban, o cuando recibían invitados. Las ciruelas, las orquídeas, el bambú y los crisantemos, conocidos como los «Cuatro Caballeros», eran a menudo los protagonistas del diseño floral para revelar su elegancia.
Té, incienso y música
Un proverbio Song dice: «Saborear el té, diseñar flores, quemar incienso y colgar pinturas son cuatro formas para la relajación», lo que habla del estilo de vida tranquilo y elegante del pueblo Song. El té al estilo Song es un arte diferente de tomar té, a menudo reflejado en la poesía y las pinturas. El Emperador Qianlong dijo una vez: «No se puede vivir sin té ni un día», una frase que se ha convertido en el mejor retrato de la integración del té en la vida cotidiana.
Menos conocida es la cultura china del incienso que existe desde hace mucho tiempo y alcanzó su apogeo en la dinastía Song, cuando la cultura del incienso se integró gradualmente en la vida cotidiana, con los literatos reuniéndose para disfrutar de la fragancia, mientras leían y discutían las escrituras. La maestra de este arte es Chen Xiang, que reside en Hangzhou. Desde niña ha viajado por diversos jardines de Suzhou y Hangzhou, y se ha visto profundamente influida por los conceptos estéticos y la visión de los literatos y eruditos, mientras ama y admira la belleza de los estudios Song. En su tiempo libre, estudia las ceremonias de las flores y del té y otras expresiones y prácticas de la belleza, y lleva más de diez años dedicada a la promoción y difusión de la estética de la vida al estilo Song.
El Guqin, también conocido como yaoqin, instrumento de jade y cítara de siete cuerdas, es un instrumento tradicional chino de cuerda pulsada con más de tres mil años de historia. El Guqin tiene una amplia gama de sonidos con un tono profundo y un retardo distante. El 7 de noviembre de 2003, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO anunció que el Guqin chino había sido seleccionado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y en 2006 se inscribió en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de China. Hará una demostración de esta singular música la artista Zhang Yiqing. Es miembro de la Asociación China de Guqin y domina las técnicas de interpretación de la música del estilo Zhejiang. Ha combinado el arte del Guqin con el de canto, y desarrollando un estilo único de interpretar las canciones con el acompañamiento de Guqin de forma suave, elegante y poderosa.
También un traje es una obra de arte. Los colores y estilos de la indumentaria Song fueron heredados en su mayor parte de la dinastía Tang, pero a diferencia del glamur y esplendor de ésta, la vestimenta Song se preocupaba más por la belleza sutil. Los trajes Song no eran excesivamente ostentosos, y el estilo general era tranquilo y elegante, con una mezcla más natural de tradición. Es uno de los representantes más clásicos del traje chino de todas las generaciones.