Salir a comprar muy lejos del domicilio el pan habitual, sacar a pasear a los perros durante horas porque están «estreñidos», bajar al parque a fumar porros a escondidas o hacer deporte en zonas comunes como el garaje son algunas de las escenas que las autoridades se están encontrando estos días. Casos que, en la mayoría de las ocasiones han acabado en sanción por saltarse el confinamiento decretado durante el estado de alarma por la pandemia de coronavirus.
En Guadalajara, al preguntar la Policía que a dónde iban algunas de las personas que estaban en la calle la respuesta ha sido que a la compra o que venían de la misma pero, sin embargo, no tenían ningún ticket que corroborara tal cosa. En otros casos también se les ha recriminado o multado por haberse alejado demasiado del domicilio para realizar la compra.
En esta ciudad, según la información facilitada por el Ayuntamiento, también se ha dado el caso de tener que recriminar a transeúntes el hecho de que estuvieran en la calle hasta que se les ha convencido de que debían entrar en el albergue.
En el caso de Azuqueca, entre los reincidentes que no hacen caso del confinamiento figuran quienes «no ven como salir, cuando sí lo es» los desplazamientos para ver a la familia, a un amigo o un vecino, según fuentes del Consistorio azudense.
Las denuncias recabadas hasta ahora lo que evidencian es «que se miente», según constatan las autoridades consultadas por Europa Press para LA CRÓNICA. En estas circunstancias, «se miente con cualquier excusa» y, al final, como reconocen algunos policías, a veces que te creas o no el motivo que aducen los ciudadanos para justificar su presencia en la calle «es un acto de fe».
DISFRACES Y ADICCIONES
En Toledo, según ha explicado el inspector de Policía Local Miguel Fernández, se han registrado «hechos puntuales» como los relacionados con «casos de adicciones» como la de un chaval al que –tras ser alertados por los vecinos– encontraron escondido detrás de un arbusto. «Estaba acostumbrado a fumarse sus porros de marihuana» y al estar viviendo con sus padres no podía hacerlo.
Fernández alude también al ciudadano disfrazado de perro que salió a la calle para «hacer la gracia» y fue interceptado, al caso de un joven que iba a pasear los perros desde Burguillos al Valle «porque ahí había mucho campo», al de un señor que lleva toda la vida comprando el pan en un establecimiento y hace un kilómetro andando todos los días para comprar su barra de pan o a las comunidades de vecinos de los barrios de Buenavista y el Polígono, donde se sale a los patios comunes.
Este inspector de Policía es consciente de que la norma a veces deja lugar a interpretaciones, como ocurre con el tema de las compras, donde aunque lo lógico es que se compre «lo más cercano al domicilio» tampoco se puede impedir que los ciudadanos salgan a los centros comerciales de fuera de la ciudad.
En el caso del Casco Histórico, el cumplimiento es casi total, indica Fernández, quien asegura que esta zona de la ciudad está «muy tranquila», aunque fue ahí cuando hace una semana se sancionó a un joven que salió de casa para ir a por un videojuego a casa de un amigo.
No obstante, y tras detallar que casi el 90 por ciento de vehículos que están parando «llevan justificante», ha incidido en que el cumplimiento está siendo «muy, muy alto» en la capital regional.
En Cuenca capital, según han detallado fuentes municipales a Europa Press, hay denuncias relacionadas con personas que estaban haciendo senderismo o que habían salido a la vía pública para hablar o fumar.
ANDAR PARA BAJAR EL AZÚCAR EN SANGRE
Lo de andar «para bajar el azúcar en la sangre» o para «pasear largamente con el perro porque es estreñido» son las algunas de las excusas más inverosímiles que ha escuchado la Policía Local de Ciudad Real durante el estado de alarma.
Según han explicado desde este cuerpo a Europa Press, aunque se nota una mayor concienciación de la población, «hay días» como los del fin de semana en los que se registran «muchas infracciones», relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol. Uno de esos detenidos incluso confesó que se dirigía a comprar bebida para una fiesta que estaba celebrando.
La Policía Local de Ciudad Real, además de controlar que se cumple el confinamiento, está haciendo una labor de información a los vecinos a través de su cuenta de Twitter y responden a las dudas a través de un correo electrónico que han habilitado para que el teléfono de contacto sólo sea utilizado en caso de emergencia.
En Albacete capital, según ha revelado a Europa Press el subinspector de la Policía Local, Diego López, está siendo muy común parar a personas que van en bicicleta vestidos de calle excusándose en «que van al trabajo» cuando «en realidad van entrenando» y también localizar a muchos haciendo ejercicio en garajes comunitarios.
Gente que va con carros de la compra «vacíos» y están a «bastante distancia» de su domicilio o gente que «pasea con la misma bolsa de pan» durante toda la jornada de mañana o tarde son también casos curiosos que están encontrando los agentes en la ciudad.
Los que realizan estos incumplimientos son gente «de mediana edad», según López, quien indica que cuando se les para a fin de llamarles la atención ponen «excusas típicas» como las ya citadas.
SERVICIOS SEXUALES FRUSTRADOS
Por su parte, la Policía Nacional de Albacete registró la denuncia de un individuo que había viajado hasta una casa de citas en Albacete y se había sentido «estafado» acabando él mismo con una sanción por incumplimiento de las normas del estado de alarma.
Domiciliado en un pueblo de la provincia de Albacete, el denunciante que había viajado hasta la capital para mantener relaciones sexuales, que previamente había contratado por vía telefónica, y se sorprendió al ver que, tras haberle pedido 20 euros previos al acto, la joven se negó posteriormente a mantener relaciones sexuales con él.
Según ha contado a Europa Press la inspectora jefa de la Unidad de Familia y Mujeres (UFAM) de la Policía Nacional de Albacete, Genoveva Armero, en la denuncia se recoge que tras la negativa de la mujer, presuntamente salió de la casa un hombre que «amenazó con un cuchillo» al chico para que este se fuese.
El denunciante se sintió «estafado» al haber perdido 20 euros y no haber mantenido relaciones sexuales, por lo que interpuso la denuncia, llevándose la «sorpresa» de ser sancionado por incumplimiento del Real Decreto del Estado de Alarma y teniendo que hacer frente a una sanción económica que en cuantía es «notablemente superior» a la que él mismo denunció.