Ha sido este jueves cuando se ha tenido confirmación oficial de lo que era vox populi desde hace muchas semanas. La desaforada incidencia acumulada del COVID-19 que llegó a sufrir Sigüenza hace un par de meses no tenía su causa en la población general, sino en las residencias de ancianos.
Ha sido este jueves en las Cortes de Castilla-La Mancha donde, en respuesta a una pregunta de Ciudadanos, la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha confirmado que las tres residencias que existen en el municipio –todos ellas de titularidad privada– no tienen casos positivos, con datos actualizados este jueves. Los lectores de LA CRÓNICA ya saben desde hace algunas fechas que Sigüenza no tiene ningún infectado de coronavirus entre sus vecinos. Pero no siempre ha sido así.
Más de 1.800 casos por 100.000 a finales de septiembre
En el transcurso de la sesión, el diputado de Ciudadanos Alejandro Ruiz ha demandado un desglose de la incidencia, a lo que Sánchez ha facilitado datos muy concretos y reveladores: la residencia «San Mateo» tuvo 18 residentes positivos y dos fallecidos por COVID-19; la de «La Alameda» tuvo 73 residentes positivos y 30 profesionales contagiados y la de Padre Saturnino López Novoa, tuvo el 90% de residentes positivos y 9 fallecidos por la enfermedad. Desde el Ayuntamiento de Sigüenza, en cambio, se ha resaltado a este periódico que «en López Novoa no ha habido casos desde mayo».
Entre la última semana de septiembre y la primera de octubre, Sigüenza arrojó unos datos totalmente fuera de control que preocuparon incluso en la Junta de Comunidades, con 79 casos activos de coronavirus para un población de apenas 4.309 vecinos. La razón estaba en esos focos, que tardaron días en controlarse. La incidencia acumulada llegó a estar en 1.833 casos por 100.000 habitantes.