Después de todos los trajines e incertidumbres del 3 de abril de 2023, con los trabajadores ocupados en despejar a toda prisa el tramo entre la Plaza Mayor y Teniente Figueroa, el resultado no ha tranquilizado demasiado a muchos vecinos de Guadalajara, que se preguntan si este es el acabado final de la calle tras su reforma.
Hay que aclarar de inmediato que no quedará tal y como recoge la fotografía, aunque tampoco habrá de ser muy diferente.
Según han confirmado desde el propio Ayuntamiento a LA CRÓNICA, la zona de zona de carga y descarga prevista está sin rematar, a falta de los adoquines, que no están pero se les espera. También faltan las señales.
Lo más notorio, por evidente, es la ausencia de una capa, de aproximadamente centímetro y medio de grosor, que se aplicará en toda la parte central de la calle, longitudinalmente. Consistirá en una mezcla de resina y caucho y no se echará, insisten las citadas fuentes municipales, hasta que los dos tramos de Miguel Fluiters estén preparados para recibirla.
Las aceras, que lucen bicolores por los distintos tonos del granito viejo y nuevo, ya han recibido críticas nada más retirar las vallas en un Lunes Santo que fue lo más azaroso, como se puede comprobar en los enlaces adjuntos.