«Fueron días tremendos. Para todo el mundo que estábamos cerca, esto era una mierda, aunque suene mal, pero es la realidad. Cuando algo que no esperas te arrasa no se está preparado desde ningún aspecto. Desde el punto de vista emocional, de la salud, de lo que es una persona, estábamos hundidos», ha confesado este lunes el consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz.
El responsable de la Sanidad pública en la región se ha expresado de este modo en una entrevista en Radio Castilla-La Mancha. Fernández Sanz ha reconocido que en los peores días de la crisis sanitaria, entre el 25 de marzo y el 8 de abril, incluso pasó días sin dormir, atendiendo en todo momento un teléfono móvil adquirido únicamente para estar en contacto con el presidente regional, Emiliano García-Page.
En esos peores momentos se agudizaron los problemas como la falta de material en los mercados habituales. Ante este coyuntura, se buscó la unión de fuerzas con otras comunidades autónomas, «incluso con otros países» para gestionar compras por valor de millones de euros.
En este punto ha reconocido que incluyo llegaron a tener comprados cerca de 100 respiradores «que nunca llegaron». «Eso nos hizo buscar y llegamos a los de Turquía. Es verdad que no fueron los mejores, pero servían para salvar la situación».
Ahora, mejor preparados
El consejero ha considerado durante la entrevista que el sistema sanitario de la Comunidad Autónoma está ahora preparado para poder afrontar con mejores garantías una crisis sanitaria como la del COVID-19, toda vez que ahora se cuentan con los medios adecuados para proceder a la realización de diagnósticos de forma más rápida.
Fernández Sanz ha recordado que los pacientes afectados llegaban a los centros hospitalarios con sintomatología a veces muy dispar, y que era allí donde se realizaban las primeras pruebas.
Ahora, desde los servicios de Atención Primaria ya se puede gestionar la prueba PCR, incluso desde allí hacer un rastreo de contactos, lo que facilita este trámite.
Además, ahora hay «más abastecimiento» de material sanitario que en los últimos meses; y además se ha crecido en capacidad asistencial. «Ya no tendríamos que buscar camas y respiradores, los tenemos en el almacén».
Miedo a los rebrotes
Ahora que se ha levantado el estado de alarma, como sanitario ha dicho que entiende que haya que compatibilizar la salud con la recuperación económica.
En Castilla-La Mancha «se está haciendo muy bien el desescalado», dado que las cinco provincias «han cumplido las cuatro fases de manera ordenada».
«Afrontamos la situación mejor, pero nos da miedo escuchar que hay rebrotes. Tenemos que ser cautos para recuperar la actividad pero con distancia, con mascarillas, con higiene y con exigencia», ha apelado Fernández Sanz.
Fernández Sanz se ha referido por último a la propuesta del ministro de Sanidad, Salvador Illa, de elevar un punto del PIB nacional el gasto destinado a Sanidad.
Así, ha recordado que se trata de una petición que ya García-Page elevó al departamento ministerial.
En todo caso, ha pedido que este incremento presupuestario vaya a parar directamente a la prevención y a la promoción de la salud. «Se trata de que la gente enferme menos, y ese punto debería ir ahí», ha insistido.