Esther Mazarío, residente de primer año en el Hospital de Guadalajara, ha conseguido los máximos honores de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha (SPMYCM), coincidiendo con la celebración de su reunión anual.
Mazarío Martín fue la encargada de presentar el caso clínico que resultó premiado, para el que ha contado con la doctora María Jesús García Mazarío como tutora. El trabajo fue elegido como el mejor en la categoría de residentes de primer y segundo año.
Un niño con cojera en la consulta
El trabajo, titulado ‘Doctora, mi hijo anda raro’, planteaba la atención a un paciente de corta edad que acudió a la consulta de Pediatría por una cojera, un motivo de consulta muy frecuente en urgencias pediátricas y generalmente banal.
Sin embargo, el caso tuvo finalmente un diagnóstico mucho más complejo. Fue «un reto para el pediatra, porque los distintos hallazgos analíticos y radiológicos que íbamos encontrando nos fueron dirigiendo hacia diferentes diagnósticos posibles hasta lograr el diagnóstico definitivo, que era una enfermedad nada frecuente», de muy difícil diagnóstico y que precisaba pruebas muy complejas, según señala Esther Mazarío tras recibir el galardón por la resolución del caso.
El jurado ha tenido en cuenta el interés o relevancia del caso clínico presentado que, según ha explicado la doctora María Jesús García Mazarío, «resultaba muy interesante para un diagnóstico diferencial, porque se puede enfocar en diferentes patologías». También se ha valorado la forma de desarrollarlo hasta llegar al diagnóstico final, desde los diagnósticos más sencillos y evidentes que se fueron descartando hasta los más complejos, como fue en este caso, así como la forma de presentar y defender el caso.
Pediatría, cantera de médicos premiados
No es la primera vez que los residentes de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara ven reconocido su trabajo. Así, en este mismo certamen de la SPMYCM dirigido a residentes, el residente Francisco José Martín fue premiado en 2017 por la comunicación ‘Dificultad respiratoria, ¿es siempre culpa del neumocito?’, relativo a un caso que resultó ser un Síndrome de Munchausen por poderes.
Por otra parte, en la primera edición del concurso de casos clínicos para residentes que convoca el SESCAM, la residente Isabel Miras fue premiada en 2018 por el trabajo ‘Fiebre en el paciente pediátrico: la importancia de la exploración física repetida’, en torno a la enfermedad de Kawasaki, y dos años después Cristina Gilarte se hacía con el premio a la mejor comunicación en esta convocatoria con el trabajo ‘Esplenomegalia, más allá de lo frecuente”.
El premio, una beca
El premio consiste en una beca para el próximo congreso de la SPMYCM que se celebrará en octubre en Guadalajara.
El jefe de Pediatría del Hospital de Guadalajara, Alfonso Ortigado, ha destacado que el premio pone de manifiesto la calidad de este servicio al imponerse sobre trabajos presentados por servicios pediátricos de hospitales madrileños que atienden un elevado número de casos complejos.
Asimismo, ha apuntado a la importancia de trabajar «en equipo y como servicio», debatiendo y exponiendo posibilidades, y en este caso resultó clave “replantear, reconducir y tener la mente abierta a explorar otras posibilidades”. «Es muy importante el diagnóstico diferencial porque en medicina no todo resulta evidente, hay que saber buscar y hacer un buen uso del criterio clínico», ha añadido.