José María Canfrán fue un gaitero en el más amplio sentido de la palabra, alguien que se implicaba en la fiesta del pueblo al que fuera, con todo respeto, y que sabía sin que nadie se lo dijera, lo que tenía que tocar en cada instante. Era, por tanto, un gaitero a la antigua usanza. Empezó a tocar de manera autodidacta, escuchando a los que venían a Sigüenza y grabando cintas de las que aprendía compulsivamente. El, junto a su inseparable Carlos Blasco, fue quien recuperó para la provincia el sonido de la dulzaina y el tamboril.
Su inquietud dio origen, en el año 1988, al Certamen que lleva su nombre desde su muerte, tristemente acontecida en el año 2001. Desde aquel año, invariablemente en la tarde del día de San Vicente, a las 19:30 horas (lunes, 22 de enero de 2019), continúa celebrándose el Certamen de Dulzaina y Tamboril José María Canfrán, que este año llega a su XXXII Edición.
Los grupos/dulzaineros que actuarán en 2019 son los siguientes:
Dulzaineros de la Cofradía
Todos los componentes de este grupo formado por varios dulzaineros segovianos acompañan la fiesta de San Vicente desde hace casi dos décadas. En la ciudad del Doncel son de sobra reconocidos los Hermanos Zamarrón de Segovia, los Hermanos Ramos de Cuellar, así como Juanjo Sanz de Cuellar y Mari Carmen Riesgo, también de Cuellar. Algunos se dedican a la enseñanza del instrumento, otros escriben sobre temas tradicionales, pero todos ellos son un referente de la dulzaina en Segovia.
La Banda del Estraperlo
La Banda del Estraperlo nace en 2015 de un proyecto anterior (“Quebrantahuesos”) que intentaba resucitar instrumentos tradicionales desaparecidos y su música. La llegada de Mariano Garrido a ese grupo inicial (Jorge Atance, Juanjo Molina y Nacho Amo) hace nacer a la banda con un giro musical enfocado y recrear la música de los bailes de los pueblos de la Sierra Norte en la primera mitad del siglo XX aunando una labor recopiladora y divulgativa. La banda intenta en una doble vía, hacer llegar al público la música a través del instrumento y algunos de sus peculiares instrumentos a través de la música, siempre con la máxima de que la música es para disfrutar.
Gaiteros de Arnedo y Cervera del Río Alhama
El grupo está formado por dos gaiteros y un tambor que es lo que tradicionalmente se estilaba en La Rioja. Lo integran Diego Jiménez, como gaita primera, Juan Ignacio Peñalva, como gaita segunda, y Mikel Garagarza, como tambor. Los tres componentes se han formado como gaiteros individualmente en la Escuela de Gaita y Tambor de Alberite (La Rioja) y en la Escuela Municipal “Julián Romano” de Estella (Navarra), respectivamente. Su repertorio abarca todos los ritmos y estilos musicales que se pueden interpretar con gaita, además del dominio de casi todas las danzas de La Rioja.
Han tocado en numerosos pueblos de la región así como en Navarra y País Vasco colaborando con grupos de danzas y comparsas de gigantes y cabezudos. Actualmente son los gaiteros oficiales del Ayuntamiento de Logroño, Arnedo, Cervera del Río Alhama y de los grupo de danzas “Contradanza” de Logroño y de Los Arcos, además de otras colaboraciones con otros grupos y ayuntamientos.
Luis Ramos y Víctor Sanz
Luis Ramos y Víctor Sanz son profesores de tamboril y dulzaina en la Escuela de Música de Cantalejo (Segovia). Ambos se complementan en la faceta tanto práctica como musicológica en la investigación de la música tradicional segoviana: Luis, como conocedor de la tradición musical segoviana miembro de distintas agrupaciones como la “Orquestina de la Abuela Pina” o los “Hermanos Ramos” y Víctor como musicólogo.
Recientemente han sacado a la luz el primer volumen del trabajo discográfico “Repertorio musical segoviano en los fondos del ‘Archivo de Investigación Folklórica’ de la Sección Femenina, una selección de 34 temas de la música popular segoviana recopilados entre los años 40 y 70 del siglo XX. También han participado en numerosos conciertos de música tradicional poniendo en valor el repertorio de danza y baile tradicionales, así como en el proyecto “Danzas de Cabezuela: pasado y presente en esta villa segoviana”.
A nivel individual, tanto Luis como Víctor han desarrollado su labor investigadora. Un ejemplo son “Cancionero de la memoria” o “Campanas en el río Pirón-Turégano” (en fase de edición), respectivamente.
Homenaje a Mariano Garrido Vela
Cada año, el Certamen homenajea a un personaje que, por uno u otro motivo, es especial y musicalmente querido en la ciudad. Este año va a ser Mariano Garrido Vela. Natural de Bujarrabal, se interesó por la música desde temprana edad aprendiendo a tocar el violín de mano de Máximo Monge en 1944-45. Con 16 años ya tocaba el violín y la guitarra en las fiestas de todos los pueblos cercanos, acompañando a los músicos de Jodra o a los de Saúca.
Durante el periodo del Servicio Militar hace un parón y aprende a tocar el acordeón en la Academia Guerrini, empezando a finales de los años 50 a tocar con acordeón fiestas, bodas, quintos… A partir del año 61 se agrupa con un músico de Ruguilla y otro de Cifuentes para continuar tocando en las fiestas en una formación con acordeón, batería y saxofón. Con los mismos instrumentos, pero con otra formación distinta pasa los siguientes años tocando por toda la provincia.
Va pasando el tiempo y como Mariano describe muy bien, “entra lo eléctrico”. En aquellos años y tocando la guitarra eléctrica, hace grupo junto a un teclado y una batería durante 7 u 8 años, grupo que fue bautizado cariñosamente y en broma, por una amiga como “Cibuma”.
Mariano continua compaginando su trabajo en el campo con la música a nivel profesional y a mediados de los años 80, forma con cinco músicos de Sigüenza “Erebay”, banda en la que toca el teclado junto a bajo, batería, guitarra, otro teclado y una cantante hasta el año 91.
Tras esa etapa profesional nunca abandona la música retornado a sus orígenes musicales. Desde el año 2008 podemos disfrutar de su violín junto a la Ronda de Teo, que recorre los pueblos tocando misas, procesiones y bailes.
Desde el año 2015 forma parte fundamental de “La Banda del Estraperlo” grupo seguntino que, basándose en material recogido al propio Mariano y mediante el uso de instrumentos de época y tradicionales, recrea los bailes de los años 30-40.
Como bien relata el escritor Mario Gros, Mariano Garrido ha realizado el ciclo completo comenzando como músico tradicional, adaptándose a los cambios sociales y a la modernidad, sin abandonar su oficio musical y volviendo finalmente a sus orígenes tradicionales, desde donde, con su vitalidad e ilusión, nos hace sentir la música como un elemento para disfrutar de la vida.