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26 octubre 2024
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¿Este humo es ecológico?

La empresa que ha instalado y explota esta central del polígono del Balconcillo de Guadalajara entiende que "en ningún momento se puede hablar de toxicidad ni de emisiones tóxicas, ni nada que se asemeje, sino de vapor de agua.

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Los conductores que pasan por la A-2 a la altura de Guadalajara tienen ocasión últimamente de sorprenderse con unas emisiones de humo que proceden del polígono del Balconcillo. Su origen está, con una frecuencia difícil de precisar, en las instalaciones de la empresa que se ha propuesto llevar calefacción y agua caliente a buena parte de la ciudad con la quema de restos de madera, lo que se conoce como biomasa.

Consultadas por este periódico tanto la Junta de Comunidades como el Ayuntamiento de Guadalajara, ambas administraciones confían en la responsabilidad de la otra y ambas coinciden en señalar la bondad del proyecto. Técnicamente, según resaltaban desde la Consejería de Medio Ambiente a este diario, se considera una central de «emisiones neutras», por proceder su energía de la combustión de madera obtenida del aprovechamiento, medioambientalmente respetuoso, de los bosques.

En los últimos meses el proyecto ha sido esencialmente conocido por viandantes y conductores por las grandes zanjas  realizadas en zonas como la Avenida del Ejército o el parque de la Constitución, trabajos que se desarrollaron durante el pasado verano. En la actualidad, la propia empresa asegura que ya han conectados «más de 1.200 viviendas» además del Hotel Iris, próximo a sus instalaciones. También apuntan que «se han iniciado los trámites para conectar los edificios públicos de la Junta, Ayuntamiento y Diputación, tal y como hemos hecho en el resto de ciudades donde ya funcionan nuestras redes de calor de características similares a la de Guadalajara».

¿Humo o vapor de agua?

De día o de noche, lo cierto es que la elevada columna de humo que ocasionalmente se aprecia ha despertado cuando menos la curiosidad de un creciente número de guadalajareños.

La responsable de Comunicación de la empresa «Red de Calor de Guadalajara» sí ha detallado a LA CRÓNICA sus argumentos, resaltando que la actividad desarrollada en Guadalajara está autorizada «por el organismo de Medio Ambiente de la Comunidad de Castilla-La Mancha. Tenemos una licencia APCA en vigor».

La misma portavoz enfatiza que «el diseño de las instalaciones y los equipos de última generación garantizan que las emisiones son menores que las reflejadas en la directiva europea y, además se llevan a cabo medidas de análisis de combustión periódicos por programa de mantenimiento en los que se comprueba que todos los contaminantes emitidos están por debajo de los límites establecidos en la anterior directiva europea y también en la actual. Controles que desarrolla una empresa externa».

«No son emisiones tóxicas» sino vapor de agua, aseguran

Sobre esa base, desde la empresa que ha instalado y explota esta central entienden que «en ningún momento se puede hablar de toxicidad ni de emisiones tóxicas, ni nada que se asemeje, sino de vapor de agua, que puede observarse más o menos intenso según la presión de la atmósfera y el momento del día, puesto que en el arranque de combustión de las calderas de biomasa es cuando más oxígeno se concentra y por esa razón cuando más vapor se percibe».

Por contra, ponen el foco en la presencia por toda la ciudad de humo, «éste sí contaminante», emitido por calderas de gas y gasoil «en los edificios de Guadalajara que no están conectados a la Red de Calor». Los combustibles fósiles emiten en su combustión gases contaminantes como el CO2. Precisamente, Red de Calor sostiene que evitará la emisión de, al menos 15.000 toneladas de CO2 año en la ciudad de Guadalajara cuando esté a pleno funcionamiento.

La Diputación y la gestión de la poda

Precisamente desde la Diputación de Guadalajara se informaba en estos días que para 2021 han cuadruplicado el presupuesto que anteriormente venían dedicando al servicio de poda para pueblos de la provincia menores de 1.000 habitantes. Se ha pasado de los 20.000 euros anuales que eran habituales anteriormente a 80.000.

La duda para muchos municipios, especialmente los más pequeños y con menos recursos, es qué hacer con los restos de ramas. A este respecto, el alcalde de El Sotillo avanzaba la pasada semana que «intentaremos contactar con alguna empresa que se dedique a la biomasa y le interese retirar estos restos sin cobrarnos, porque creo que es un material muy aprovechable».

En este sentido, el diputado Héctor Gregorio señala que «desde el servicio de Medio Ambiente de la Diputación estamos en estudio permanente para mejorar» y «en este caso se estudian alternativas para la recogida de los restos de árboles podados, buscando su aprovechamiento, ya que para muchos municipios es un problema por su presupuesto, por su tamaño y por la escasez de medios humanos».

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