A sus 30 años, a Juan Pablo Correa Sánchez le conocen por su nombre y apellidos en la empresa de Coslada donde trabaja, en casa y su familia de Medellín, en Colombia, donde viven sus padres. Para el mundo, este hombre de formas amables es Juan de Castilla, torero.
El sobrenombre, como ya saben muchos, no hace referencia a su actual residencia en la muy castellana Guadalajara, sino al barrio de su ciudad natal, donde se crio.
Por constancia y gracias a la fe y al patrocinio de personas como el desaparecido artista Fernando Botero –sí, «el de las gordas»– Juan pudo recalar en Fuentelencina, la sede del CITAR, una singular institución para facilitar la formación integral de futuros matadores de toros. Este viernes su impulsor, Pedro Alonso, recibió un reconocimiento por parte de la Diputación, en el Día de la Provincia.
Quienes a esta altura de la información tengan curiosidad por ver de quién hablamos y hacerlo desde la cercana lejanía de los tendidos de una plaza de toros, puede hacerlo en Las Ventas, con un cartel que, ¡aleluya!, incluye en la terna a tres representantes alejados de los puestos de cabeza del escalafón, evitando la reiteración constante de la docena de nombres que se repite de forma incansable hasta en las plazas de tercera, hurtando espacio para los demás.
El cartel de este domingo en Las Ventas
Juan de Castilla abre el paseíllo junto al mexicano Isaac Fonseca, del que aún estremecen sus alardes de valor en el mismo coso en su todavía reciente etapa como novillero, ahora que es torero bragado y con actuaciones de leyenda, como la de Pamplona.
Cierra el cartel un español de Castilla-La Mancha, el albaceteño José Fernando Molina, triunfador reciente de la feria de aquella capital y que ya ha ido dejando muestras de su toreo auténtico incluso ante las cámaras de televisión, por lo cual todos son esperados con interés por los auténticos aficionados, que nunca son bastantes. La ganadería elegida por la empresa para la ocasión, en esta jornada previa a la Feria de Otoño, es la de Antonio Bañuelos, a partir de las seis de la tarde.
Juan de Castilla estuvo el viernes de Ferias en los tendidos del coso de Las Cruces, la tarde en la que triunfaba ante sus «paisanos» Juan Ortega, oriundo de Checa. Pocos reconocieron a este torero que vive en torero pero que aún no vive del toro, siempre entre Guadalajara y el almacén de logística madrileño donde trabaja para alimentar sus sueños y mantener su casa.