El Ayuntamiento de Guadalajara ha vuelto a vivir un nuevo episodio de críticas y ataques cruzados a cuenta de algo tan, en principio, incontestable como son las cifras. En el caso de la capital alcarreña, aún seguimos escuchando versiones antagónicas de la realidad económica en que se encuentran las arcas municipales.
Esta nueva oportunidad para aclarar algo o seguir discrepando entre los dos bandos ha venido dada por la Liquidación del presupuesto de 2023. Ha sido un debate que no requería como conclusión votación alguna, puesto que era una simple dación de cuentas. Tampoco se ha llegado a ninguna conclusión que apeara a ninguno de los intervinientes de sus posiciones de partida.
Por empezar con el que más manda actualmente, que es el concejal Alfonso Esteban, iniciaba su exposición con pretendido afán didáctico, «porque la verdad sólo tiene un camino», frente a «las mentiras del anterior gobierno».
Así las cosas, la pedagogía de este profesor de Matemáticas en excedencia pasaba por insistir en que «El agujero de 20 millones de euros en este Ayuntamiento es real».
Como refuerzo de su teoría, ha recordado que en 2023: el resultado económico según sus cuentas llevaría a unas pérdidas de -10.758.189,97 euros, después de que en 2022, «y por primera vez en 20 años», el saldo también hubiera sido negativo, por valor de 8,5 millones.
La suma era sencilla e inevitable: en dos años, los últimos del gobierno de Alberto Rojo, 19.313.000 euros de pérdida de capacidad para endeudarse, sólo en términos «estrictamente presupuestarios», como apostillaba Esteban. En esto, como en casi todo, los matices son importantes.
«Guadalajara estaba entre los ayuntamientos más saneados de España» con Antonio Román como alcalde aunque, por cierto, no le ha citado expresamente y por su nombre. Según el relato de Esteban, en estas llegó Alberto Rojo para en cuatro años dejar casi 20 millones de agujero.
«Ahora, el de Guadalajara es un Ayuntamiento con dificultades económicas», ha vuelto a insistir el concejal de Hacienda «Tenemos las manos atadas, sin el más mínimo margen, debido a la mala gestión de un gobierno irresponsable que se gastaba lo que tenía».
De un superávit de 6,5 millones en 2021 se ha pasado un déficit de 8 millones de déficit en 2023. Ni siquiera da por bueno el remanente de tesorería de 4 millones con que ha terminado el último ejercicio, pues considera que no sería tal si se incluyen los compromisos pendientes de pago que, sumados, más que anulan el remanente y lo llevan hasta una cifra en negativo de 400.000 euros.
«Cada uno puede contar la fiesta como quiera», ha llegado a proclamar Esteban, con una frase que abría puertas a varias interpretaciones. «Este Ayuntamiento no tiene ahorros porque ha habido quienes los han dilapidado». «La Guadalajara viva no estaba tan viva y si los ciudadanos les dejan, acaban con ella», enfatizaba acto seguido Esteban, que ha descubierto y proclamado un nuevo concepto para el debate «el catastrazo del señor Rojo», argumento boomerang tras las numerosas críticas recibidas por subir el IBI más de un 17% en Guadalajara el PP con Vox, meses atrás.
Réplica de Santiago Baeza
Si hay que busca, o rebuscar, algún punto de coincidencia, el único estaría en el desastre contable que ha resultado ser incluir los millonarios ingresos de un parque fotovoltaico en el municipio, dinero que no se ha visto pero que sirvió para su propósito de cuadrar, temporalmente, las cuentas. De los 10 millones que se esperaban no se han recaudado ni 3, aunque hay otras partidas que pecaban también de especialmente optimistas, según se ha demostrado.
El desfase de los ingresos fotovoltaicos ha sido reconocido por Santiago Baeza, que desde la bancada del PSOE ha defendido la gestión anterior, con el exalcalde Rojo entre sus oyentes. Y la estrategia planteada ha sido señalar lo más evidente: ¿cómo si falta tanto dinero resulta que el presupuesto crece y los gastos municipales no menguan?
Abundando en ello, Baeza resaltaba el superávit de casi 4 millones y el remanente de tesorería de casi 5 que figuran en el decreto de liquidación del presupuesto firmado por la propia alcaldesa. Al tiempo que subrayaba que el Ayuntamiento sigue gastando sin contención, lo que sería incompatible con el agujero que PP y Vox pregonan. Ha recordado que se ha pasado de un presupuesto de 91 millones con Rojo a los 96 con Guarinos.
«Nos quedan nueve meses para, en febrero de 2025, ver cómo traen una liquidación y remanente positivos, que serían imposibles si fuera verdad la barbaridad que plantean ustedes de un agujero de 20 millones» ha aventurado Baeza.
«Tienen que dejar de mentir y pedir disculpas» ha espetado el concejal del PSOE. «Dormiré tranquilo, porque estoy diciendo la verdad», le ha respondido poco después Esteban.
Mientras, lo más reseñable de las intervenciones de Susana Martínez por Aike ha sido su espanto sin disimulos ante as innumerables facturas que se acumulan pendientes de pago en los servicios municipales. Son reales, como ha podido constatar LA CRÓNICA y no han merecido el mismo interés del resto de grupos.