Una veintena de personas, en teoría representantes de medio centenar de entidades sociales de Madrid, Guadalajara y Toledo, respondieron este fin de semana a la convocatoria de una marcha de protesta en Almoguera, con la que mostrar su oposición a la proliferación de parques fotovoltaicos en la comarca.
Bajo los lemas “No queremos campos de cristal” y “Fotovoltaicas así no”, los escasos participantes visitaron en primer lugar las obras del parque fotovoltaico Canes I que, como destacan, «ha sido aprobado ignorando informes del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que avalan su alto valor medioambiental». Su entorno es usado como área de campeo, reproducción y dispersión de aves esteparias, en especial la avutarda.
Además, se visitaron los parques que están en fase de construcción en el entorno del río Tajo y del embalse de Almoguera, «también de gran valor medioambiental y muy próximos al área arqueológica de Recópolis y a la histórica localidad de Zorita de los Canes».
Se pudo comprobar cómo los movimientos de tierra que se ejecutan en la construcción de estas infraestructuras «conllevan el decapado del suelo vegetal fértil, destruyendo en algunos puntos más de un metro de suelo».