En apenas unos días, la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Guadalajara debería entrar en funcionamiento, según los plazos anunciados por el Ayuntamiento. La medida lleva aparejada, además de una cuantiosa inversión y una necesidad objetiva más que discutible, molestias para los conductores e inquietud para comerciantes y vecinos. Y sin embargo, hay otra capital, no muy lejana, donde se lo van a tomar con mucha más tranquilidad.
La ZBE de la ciudad de Segovia no entrará en vigor hasta el 1 de enero de 2025. La decisión se ha tomado este ultimo viernes, junto con la aprobación de la ordenanza que la regulará. En la misma sesión de pleno municipal, se ha pospuesto su aplicación por lo menos en lo que resta de año.
El PP, que ostenta el gobierno segoviano, ha recibido el apoyo de los dos concejales de VOX, mientras que el resto de los ediles (de PSOE, Izquierda Unida, Segovia en Marcha Podemos-Alianza Verde y Ciudadanos) se abstenían.
La medida tendría que estar vigente desde antes de comenzar 2024 en todas las ciudades con más de 50.000 habitantes, algo que no se producido ni remotamente. En el caso de Segovia, argumentan para acumular un retraso todavía mayor que el sistema de gestión integral del tráfico de la ciudad, incluyendo el control de accesos, no estará disponible hasta el mes de noviembre, como pronto.
«Segovia no es una ciudad que registre valores excesivamente altos de contaminación, no tenemos esa nube que cuando vamos a Madrid podemos observar al acercarnos a la ciudad», ha razonado el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Segovia, de un modo que muchos asumirían también desde Guadalajara.
La Zona de Bajas Emisiones de Guadalajara se empezará a aplicar en marzo. Durante todo 2024 no habrá sanciones, sino sólo información de las eventuales «incorrecciones» de los conductores» y, lo más tangible, ya no se podrá aparcar gratis en superficie dentro de ese perímetro.