Ya va por la segunda feria, a caballo entre los alimentos y la artesanía, que en la Plaza de Santo Domingo nos aseguran que seguimos anclados en diciembre de 2022.
No es que lo diga LA CRÓNICA, que siempre intenta ajustarse a lo que manda la realidad, sino el que ha montado los quiosquillos de este año, que son los mismos que los de la edición precedente.
Tanto es así que a nadie se le ha ocurrido cambiar las fechas del evento y, según se proclama desde las alturas, estamos entre 2022 y 2023, cuando en realidad vamos a marchas forzadas hacia 2024.
El tiempo se ha parado en Guadalajara. Y lo más pasmoso es que nadie se haya dado cuenta. Y quien lo haya visto, no lo ha cambiado.
Si esto es síntoma de algo, cuidado con la enfermedad…