La Dirección General de Tráfico (DGT) ha arrancado este lunes una nueva campaña especial con la que intensificará la vigilancia sobre el riesgo que supone la suma del consumo de alcohol o drogas y la conducción. La iniciativa estará operativa hasta el próximo domingo 20 de agosto.
Según la DGT, estas campañas se justifican en que el consumo de este tipo de sustancias sigue siendo, año tras año, uno de los tres factores principales de riesgo en los siniestros de tráfico, tanto en los mortales como en los siniestros con víctimas.
Para la campaña de estos días, según informó Tráfico, se establecerán diferentes puntos de control en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día con el objetivo de evitar que personas que hayan ingerido alcohol o hayan consumido drogas circulen por las carreteras.
Esta campaña también se va aplicar en poblaciones más grandes, no solamente en los pueblos con más afluencia de conductores por las fiestas locales, como Azuqueca de Henares, donde estos días se nota el éxodo vacacional de sus vecinos. El Ayuntamiento se ha sumado a la campaña porque «el consumo de alcohol y drogas son dos factores de alto riesgo que ponen en peligro la vida no solo de los conductores, sino también del resto de usuarios de las vías», según resalta el alcalde, José Luis Blanco. Durante esta semana, la Policía Local va a instalar controles para realizar pruebas de alcohol en distintos puntos de la localidad.
Multas por droga y alcohol al volante
Según los límites establecidos en el artículo 20 del Reglamento General de Circulación, se considera prueba positiva de alcohol con carácter general, una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro o de alcohol en aire espirado superior a 0,25 miligramos por litro. En el caso de personas conductoras noveles o profesionales, se fija una tasa de alcohol en sangre superior a 0,3 gramos por litro o de alcohol en aire espirado superior a 0,15 miligramos por litro.
El consumo de alcohol provoca el aumento del tiempo de reacción, la subestimación de la velocidad y problemas de visión y coordinación. En consecuencia, aumenta la posibilidad de la siniestralidad. En este sentido, el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida por los conductores fallecidos (67,2 por ciento), seguido de la cocaína y el cannabis (38,6 por ciento) y, en tercer lugar, los psicofármacos (27,7 por ciento).
En cuanto a las sanciones por vía administrativa, en el caso del alcohol, si la tasa se sitúa entre 0,25 y 0,50 miligramos por litro, es de 500 euros y 4 puntos; si la tasa supera los 0,50 miligramos por litro, es de 1.000 euros y 6 puntos y, para reincidentes, 1.000 euros y 4 o 6 puntos (dependiendo de la tasa). La sanción por conducir con presencia de drogas en el organismo es de 1.000 euros y 6 puntos.
Por vía penal, las tasas superiores a 0,60 miligramos por litro en aire o 1,2 gramos por litro en sangre, así como conducir bajo la influencia de drogas, tienen una pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, además de la privación del derecho de conducir de uno a cuatro años. En ambos casos, alcohol y drogas, la negativa a someterse a las pruebas contempla prisión de seis meses a un año y la privación del derecho de conducir de uno a cuatro años. Además, el Código Penal establece que, si de forma imprudente, se comete homicidio o se producen lesiones graves y se ha cometido un delito contra la seguridad vial –como son los casos de conducir bajo los efectos del alcohol u otras drogas o a una velocidad excesiva-, o una infracción a la normativa administrativa de tráfico, las penas serán de entre 1 y 4 años de cárcel en caso de muerte y hasta 1 año en caso de lesiones graves.