Casi doscientas familias han participado este sábado en la finca de Castillejos en la plantación de unos 400 árboles, dentro de la actividad de educación ambiental promovida por el Ayuntamiento de Guadalajara denominada ‘El Pequeño bosque‘ con la que se celebra con un árbol nuevo, cada niño que nace en la ciudad de Guadalajara. Esta iniciativa es similar a la que desde hace años viene realizando Azuqueca de Henares. El pasado mes de marzo se plantaron otros 300 árboles en la finca, en una convocatoria dirigida a familias, pero no vinculada a recién nacidos.
Como la pandemia obligó a suspender esta actividad en los últimos tres años, la plantación de este 11 de noviembre correspondía a los nacidos en 2020, 123 niños y niñas, que han podido participar en el trabajo de plantación junto a sus familiares, sumándose a la actividad otros muchos niños.
«Ha sido una actividad muy gratificante y participativa, no sólo dirigida a la infancia, sino también a las familias, cuyo objetivo fundamental es promover la conciencia ambiental y también divulgar todos los valores naturales de la finca de Castillejos», ha señalado el concejal de Medio Ambiente, José Luis Alguacil, quien ha remarcado que «crear un gran espacio medioambiental en la finca de Castillejos es uno de los compromisos de la alcaldesa Ana Guarinos».
¿Qué árboles se han plantado?
Proyecto Labor, gestora de la finca de Castillejos, ha sido la entidad encargada de desarrollar la actividad, que al mismo tiempo ha servido para presentar a las familias de Guadalajara el gran valor natural de la finca de Castillejos, una finca de 120 hectáreas ubicada en la carretera CM-101, junto al río Henares, que es propiedad del Ayuntamiento de Guadalajara desde 1984, año en el que Emilio Meneses la donó que los ciudadanos de Guadalajara pudieran disfrutar de ella, algo que casi medio siglo después todavía se hace una forma limitada.
En total se han plantado cepellones de 45 fresnos (fraxinus Angustifolia), 45 almendros (Prunus dulcis), 100 pinos piñoneros (Pinus pinea), 100 encinas (Quercus ilex) y 120 pinos (pinus halepensis), aportados a partir de semilleros.
Los más pequeños han podido participar en el primer riego de los también pequeños ejemplares de árboles que sirven para restaurar la zona agrícola de esta finca.