La imagen no es un canto a la ecología, sino la consecuencia del ritmo pausado con que se va ocupando el polígono del Ruiseñor: los cardos se muestran orgullosos en el interior de las parcelas pensadas para fábricas o almacenes, dejando al fondo la silueta de la única empresa que ya tiene actividad. Se trata de la factoría de Cummins que, de hecho, se va a inaugurar en un acto oficial y solemne en los primeros días de octubre.
La primera piedra (simbólica) de esta factoría se puso en octubre del año 2022 en un acto también de alto nivel en el que participaron la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
A partir de ahí, se requirió de 14 meses y 75 millones de euros para poder empezar a producir electrolizadores en Guadalajara, que es de lo que se trata. Por el momento, la plantilla es sólo de unas decenas de personas, lejos en todo caso de las primeras expectativas de hasta 350 empleos, luego reducidas a la mitad.
Antes y después de que las comitivas tomen el protagonismo el 3 de octubre, cualquiera que se asome por allí podrá ver lo mucho ya hecho y lo que queda por hacer en esta desconocida parte de la ciudad. Para los más veteranos, recordar que era aquí donde se intentó ubicar el nuevo campus de la Universidad de Alcalá para que fuera más tecnológico y de, paso, estuviera a tiro de piedra de la estación de Renfe.
A tiro de piedra, quizá, pero todavía está a falta de disponer de un acceso peatonal que no avergüence o que incluso deje de comprometer la seguridad de los viandantes, más que nada porque no se ha hecho la prometida reforma en la pasarela que sobrevuela las vías.
Superado el pánico a algunos de los tramos de esa renqueante infraestructura, hay que caminar por la renovada calle del Camino Viejo de Cabanillas, jalonada por casas bajas, alguna de ellas habitada. Precisamente, la última de ellas, con triciclo infantil a las puertas, es la más próxima al parque creado por el urbanizador, de unas dimensiones que para sí quisieran en algunos barrios de la capital. Está por crecer y enraizar bien todavía, pero el aspecto es más que saludable para el nulo uso que tiene a día de hoy. Mientras, los conejos campan a sus anchas.
Así, andando el caminillo y sin moverse de la acera, queda casi un cuarto de hora de caminata bajo el sol, sin sombras y con muchas indicaciones de carriles para bicicletas y patinetes, artilugios que tampoco asoman por estos contornos y que tardarán en hacerlo.
Pero, al menos, la fábrica está ahí y de ella informará LA CRÓNICA con más detalle una vez se inaugure, dentro de unos días.
¿Qué son los electrolizadores que produce esta fábrica?
Las cosas de de palacio, ya se sabe, van despacio. Y las ayudas públicas o las gestiones administrativas, a veces también. La fase más decisiva se vivió en 2021, cuando los españoles aún nos movíamos públicamente con mascarillas. Hasta un año después no se desveló que todo estaba resuelto.
Fue así, con todos los protagonistas embozados, como el mismísimo Pedro Sánchez presentó en Toledo esta inversión.
La fábrica de Cummins, con participación de Iberdrola, se dedicaría a la fabricación de electrolizadores, componentes esenciales para obtener hidrógeno que pueda ser usado como combustible más o menos verde. Se trata de una de las apuestas tecnológicas más evidentes del actual Gobierno de España, de la mano de la por entonces ministra Teresa Ribera. Así está siendo ya, aunque a mitad de capacidad todavía.
