Cuatro décadas después, la existencia de las autonomía en España sigue obligando a echarla imaginación para resolver algunos de los problemas que genera. Muchos de ellos vienen derivados de la inexistencia de un mando único en situaciones de emergencia interregional, como ocurre en caso de incendio forestal.
Este viernes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el de Castilla-La Mancha y Castilla y León, Emiliano García-Page y el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, han acordado «una forma nueva de trabajar en la prevención y extinción de incendios forestales» en las zonas limítrofes de estas tres autonomías.
Son unos acuerdos «únicos» en España y, que, por primera vez, establecen Zonas de Actuación Conjunta de 5 kilómetros a cada lado de los límites territoriales, según ha explicado la presidenta madrileña.
Díaz Ayuso, Garcia-Page y Fernández Mañueco se han reunido en el Parque de Bomberos del municipio de San Martín de Valdeiglesias para rubricar un nuevo protocolo general de actuación en situaciones de emergencia, que incluye sendos acuerdos para la prevención y extinción de incendios forestales y para coordinación funcional de centros 112.
Además, la Comunidad de Madrid y Castilla y León ha firmado un tercer documento sobre la actuación en operaciones de emergencia en túneles.
La dirigente madrileña ha subrayado que estas regiones son un ejemplo de que tres comunidades «gobernadas por partidos políticos de distinto signo se pueden unir y se han de unir en lo importante», que es representar al país y a los ciudadanos en momentos adversos. A su parecer, «lo importante es salvar vidas y para eso no se entiende que para eso existan barreras administrativas».
«El Estado de las autonomías está más fuerte que nunca si sabemos trabajar para nuestros ciudadanos y no hacer reinos de taifas en cada comunidad. Si sabemos trabajar y entender el sentido de familia, de un mismo puzzle que es España, conseguiremos llevar los mejores servicios públicos a todos nuestros ciudadanos que no entienden ni de disputas ni de colores ni de chaquetas políticas», ha apuntado.
Ayuso ha recordado cómo el siniestro que se produjo el pasado verano en la zona limítrofe de Castilla-La Mancha con la Comunidad de Madrid, donde las llamas afectaron a municipios como Cenicientos, Cadalso de los Vidrios y Las Rozas de Puerto Real, demostró que el medio ambiente y el patrimonio natural «pertenece a todos» y tienen «la obligación» de dejarlo mejor de cómo se ha recibido.
Intervención en la comunidad vecina
Así, tal y como ha detallado el Ejecutivo madrileño, con los protocolos firmados queda establecida una Zona de Actuación Conjunta ante Incendios Forestales (ZACIF), una franja de 5 kilómetros de terreno forestal a cada uno de los lados de la línea divisoria entre las regiones.
Con este acuerdo, bomberos de la Comunidad de Madrid podrán actuar en uno declarado en zona ZACIF aunque el fuego ocurra fuera en una provincia de Castilla y León o de Castilla-La Mancha sin que estas regiones soliciten expresamente esa intervención.
En caso de declaración de un incendio forestal en un punto de la ZACIF, se nombrará un Mando Único Responsable que, designado por el gobierno de la región en la que se haya originado el fuego, ejercerá la Dirección Técnica de Extinción y coordinará los efectivos enviados por cada comunidad.
Puede haber mando único
Cuando, en su evolución, el siniestro afecte o pueda afectar al territorio de las dos o tres regiones, el Mando Único Responsable será nombrado de común acuerdo, teniendo en cuenta el sentido de propagación del fuego. Este Mando Único será el encargado de solicitar formalmente la intervención de medios de extinción estatales, si así lo aconsejara la evolución de las llamas.
En el protocolo de prevención y extinción de incendios forestales los gobiernos subrayan la necesidad de compartir información; tecnología y recursos al objeto de actuar con la mayor celeridad y aportando los medios de extinción disponibles en cada momento.
Los tres ejecutivos autonómicos se comprometen a activar los servicios necesarios para garantizar el seguimiento, activación, movilización y control de los recursos del operativo de lucha contra incendios. En el caso de la Comunidad de Madrid, esta función la ejercerá el nuevo Centro de Coordinación Operativa del Cuerpo de Bomberos, establecido en la sede de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112) y dependiente de la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas.
Estará en contacto directo con la Central de Incendios de Castilla-La Mancha y el Centro Autonómico de Mando de Castilla y León para, conjuntamente, analizar cada emergencia y optimizar los efectivos asignados a cada servicio sirviéndose, además, de herramientas tecnológicas.
Así, en caso de iniciarse un incendio forestal en la ZACIF, la región que lo detecte alertará inmediatamente al Centro de Coordinación del otro territorio implicado y, de forma simultánea, activará los recursos que considere necesarios. El primer equipo que llegue informará sobre la ubicación y magnitud de la emergencia a su Centro de Coordinación, que contactará a continuación con el de la otra región afectada.
El protocolo establece que, en caso de que una región no dispusiera temporalmente de efectivos de extinción de un fuego en la ZACIF, deberá comunicarlo para que la Comunidad vecina inicie las labores de extinción del fuego. En caso de fuegos declarados en zonas fuera de la franja limítrofe, la solicitud de medios entre servicios de emergencias se formalizará a través de los Centros de Coordinación, enviándose preferiblemente medios aéreos para garantizar una intervención más rápida.
A la actualización de los procedimientos para la gestión de incendios forestales, se le suma también el refuerzo de la coordinación entre sus respectivos centros 112. Debido a la cercanía geográfica y a la orientación de las antenas de telefonía móvil, en ocasiones llamadas de emergencias producidas en un territorio son recibidas por el centro 112 de la región limítrofe.
Para la gestión de estas situaciones, los gobiernos autonómicos de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León establecen un régimen de coordinación y cooperación entre centros 112 que, además de facilitar la transferencia de estas llamadas, permite compartir toda la información de las emergencias.