Parece que la tocata y fuga del Festival Gigante desde Alcalá de Henares a Guadalajara está siendo objeto de más interés en la ciudad complutense que en la capital alcarreña.
La propia alcaldesa alcalaína, del PP, ha tenido que justificar ante los periodistas que el Festival Gigante haya decidido volver a su emplazamiento original, en Guadalajara, y no forme parte del programa de Ferias y Fiestas de Alcalá para 2024, a diferencia de lo que ocurrió en los últimos tres años. «Queríamos volver a los conciertos tradicionales de Ferias», ha detallado la alcaldesa Piquet. De ahí que le ofrecieran al promotor del evento otras fechas posibles, «pero también revisar el coste económico» que, por cierto, es un gran enigma puesto que no ha sido facilitado por el Ayuntamiento de Guadalajara cuando así lo ha requerido, en más de una ocasión, LA CRÓNICA.
Según ha especificado Judith Piquet, al Ayuntamiento de Alcalá el Festival Gigante le costaba 200.000 euros cuando, en Guadalajara, solo recibía la cesión del espacio para realizar los conciertos. «Nos llamaba mucho la atención esta circunstancia y planteamos revisar la contraprestación. La respuesta del promotor fue que se volvían a la capital alcarreña», ha puntualizado.
Desde el Consistorio alcalaíno no descartan «buscar un festival de similares características al Gigante pero en otras fechas del año», según argumenta la alcaldesa, que señala que ya están «buscando alternativas y han recibido alguna propuesta».
El PSOE da otras explicaciones
Como si fuera una repetición de la estrategia entre socialistas y populares aguas arriba del Henares, en Alcalá el PSOE también va al choque de forma constante contra el nuevo equipo municipal de gobierno. Así, no extraña que la versión que dan de la marcha del Festival Gigante sea muy distinta y en demérito de la alcaldesa. Este martes se llevará el asunto al pleno, en una moción.
En declaraciones a Ana María Ruiz en El Decano de Guadalajara, la concejala socialista María Aranguren, antigua responsable del área de Cultura en el Ayuntamiento de Alcalá, achaca la marcha del Festival de la ciudad complutense a la «censura cultural» del actual gobierno de PP y Vox.
Aranguren habla de 180.000 euros de aportación municipal al Festival Gigante durante su mandato, consecuencia de un concurso negociado sin publicidad. En Guadalajara se plantea bajo la fórmula del patrocinio, que se utilizó con Alberto Rojo en la Alcaldía para sacar adelante el ViveFest, en vísperas de las elecciones de mato de 2023.
«El PP de Guadalajara dejó escapar al Gigante, se ha dado cuenta de su error y ahora trata de resarcirse. Al PP de Alcalá nunca le gustó el Gigante, quizá influenciado por el Partido Popular de Guadalajara, y nunca le ha dado el menor apoyo. Ha aprovechado que Vox no estaba de acuerdo con el Festival y lo ha dejado marchar», interpreta la concejala socialista.