La baja población y la dispersión de sus núcleos permite que ahora mismo 179 pueblos de la provincia se mantengan libres de casos de coronavirus desde hace dos o más semanas. Son, en su inmensa mayoría, municipios con muy escasos habitantes. Pero el dato está ahí. Y quien quiero comprobarlo, nombre por nombre, puede hacerlo desde aquí.
Con los datos de la segunda quincena de enero, se aprecia en líneas generales un descenso del número de casos de COVID en las localidades más relevantes, incluida la capital. Pero la incidencia acumulada sigue desbocada, en unos niveles inasumibles, hasta el punto de justificar también aquí la prórroga de las restricciones que ha anunciado la Junta de Comunidades.
Algunas subidas notables entre descensos casi generalizados
Solo llevan la contraria de forma notoria casos como el de Cobeta, donde se ha pasado de ningún caso a 8 en apenas una semana. Similar es lo vivido en Yebra, con un incremento de 2 a 9 casos en la última semana. También es reseñable lo ocurrido en Fontanar, que el 24 de enero notificaba 5 casos y una semana después acumula 11. Sacedón, que lleva meses con una estadística muy oscilante, vuelve a ver subir la incidencia del virus, al pasar de 33 a 46 casos. En Tórtola de Henares casi se ha doblado, al subir de 5 a 8 casos en este período. En Chiloeches registran también un incremento, preocupante para una población de 3.600 vecinos y de mucho trasiego de circulación diaria.
En la capital de la provincia, en cambio, una semana ha bastado para bajar de 532 a 348 el número de casos. Desgraciadamente, traducido a Incidencia Acumulada, esas dos semanas superan todavía la barrera psicológica del millar casos. Más exactamente, suponen 1.024 por 100.000 habitantes en la capital alcarreña. Algo similar cabría decir de Azuqueca de Henares (de 203 a 156), Alovera (de 83 a 46), Brihuega (de 31 a 16), Cabanillas del Campo (de 88 a 58), Jadraque (de 45 a 15), Marchamalo (de 38 a 24) o Sigüenza (de 26 a 19)
Cifuentes destaca por haber reducido de 11 a 1 sus contagios en la última semana. En El Casar, por contra, el descenso es mucho más escaso: de 69 a 50. Molina de Aragón también baja pero también le cuesta dejar atrás la pesadilla: tiene 58 casos, frente a los 99 con los que comenzó la segunda quincena de enero. Otro tanto cabe decir de Villanueva de la Torre, donde están estabilizados con 58 casos entre las dos últimas semanas y una incidencia acumulada de 883 por 100.000… lo que supone estar mejor que la capital. No es un gran consuelo dado el panorama de todo el Corredor.