La fuerte apuesta del Ayuntamiento, que financia íntegramente la campaña, consigue prolongar por octavo año consecutivo los trabajos
CUENCA, 30 (EUROPA PRESS)
El Complejo Arqueológico y Paleontológico de El Provencio (Cuenca) ha seguido adelante este 2020 y cierra el año del coronavirus con nuevos avances pese a la situación pandémica.
Este yacimiento, ubicado en el paleocauce del Río Záncara y que contiene una secuencia estratigráfica fluvial que abarca al menos desde los 0,8 millones de años hasta el Holoceno, demuestra gracias a sus trabajos que en él vivieron comunidades humanas desde época del ‘Homo antecessor’, el ‘Homo heidelbergensis’ y los neandertales hasta llegar al ‘Homo sapiens’.
Tal y como explica el arqueólogo y doctor Santiago David Domínguez a Europa Press, todos estos grupos dejaron millones de piezas talladas en piedra, huella de sus actividades en los márgenes del Záncara. Además se han venido encontrando restos de mamut de la estepa, bisonte y caballo prehistórico en sus suelos.
Por su abundancia en restos e información, este sitio es un nuevo «libro de Prehistoria» para conocer la forma de vida de las comunidades cazadoras-recolectoras extintas del Centro de la Península Ibérica.
El enclave está siendo estudiado y divulgado desde el año 2013 de forma continua por los equipos dirigidos por el propio doctor Domínguez –ARES Arqueología y Patrimonio Cultural y HEROICA Arqueología y Patrimonio Cultural–; y Míchel Muñoz García –ARES Arqueología y Patrimonio Cultural–, que han conseguido elevar el compendio de información rescatada a la prestigiosa revista de impacto Quaternary International.
UN AÑO FRUCTÍFERO
En 2020, nuevamente y pese a las limitaciones presupuestarias y a las limitaciones de tiempo y medios humanos derivadas del COVID-19, se ha celebrado una nueva campaña de excavación arqueológica y prospección.
Con ella se ha demostrado otra vez que la fertilidad en información sobre el Paleolítico Inferior y el Paleolítico Medio que ofrece El Provencio «es ingente y se han conseguido excelentes resultados».
Por ejemplo, este año se han excavado estratos ubicados plenamente en la etapa de los neandertales, recuperándose piezas poco erosionadas y en las que se pueden leer, mediante análisis de microscopio, huellas de uso y saber para qué fueron utilizadas concretamente cada una.
También se han recuperado más restos de diente de mamut, pero también de fauna minúscula como son los de almeja de río prehistórica (Corbiculidae), con la cual se pueden conocer detalles del clima y la temperatura del estrato en el que apareció.
También y sobre todo se ha podido leer en este impresionante libro de prehistoria que los grupos humanos empleaban la materia prima disponible en el entorno inmediato, estrictamente.
En algunos puntos el sílex natural estaba presente en nódulos más grandes y lo tallaban de un modo concreto para obtener herramientas mayores.
Cuando cazaban y recolectaban en otro punto, aunque estuviese a apenas un kilómetro y tuviera nódulo de sílex muchísimo más pequeños y pobres, los neandertales desarrollaban las técnicas de talla más adecuadas para obtener de ellos, de forma muy eficaz, gran cantidad de instrumentos útiles y funcionales.
EL AYUNTAMIENTO DE EL PROVENCIO FINANCIA ÍNTEGRAMENTE LA CAMPAÑA
La campaña ha sido financiada, de nuevo, íntegramente por el Ayuntamiento de El Provencio, que viene apostando desde hace años por el fomento de la investigación de este espectacular complejo arqueológico y paleontológico, tal y como recuerda el doctor Domínguez.
Además de excavar y prospectar, no se ha descuidado el trabajo de difusión científica y divulgativa. Se ha celebrado un curso amparado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y se han rodado en vídeo varios reportajes de los trabajos de campo y laboratorio, que ser estrenarán en breve vía Internet para acercar a los vecinos del pueblo y a cualquier persona este proyecto, con una producción a cargo de la empresa local DOJO Producciones.
También colabora con el proyecto el prestigioso IDEA (Instituto de Evolución en África), aportando instalaciones y colaboradores especialistas, como por ejemplo la restauradora Lucía Hernández Vivanco.