Lo previsible se ha confirmado. Si hace días LA CRÓNICA ya informaba de aumentos en el número de casos por COVID en algunas localidades de la provincia, los datos más recientes de la Junta de Comunidades confirman esa tendencia. Esta vez, con la estadística cerrada a 18 de julio, son especialmente notables las subidas de la capital de la provincia y las registradas en Molina de Aragón y Sigüenza.
Por lo que concierne a la ciudad de Guadalajara, en apenas una semana se han más que doblado los casos de nuevos infectados, al pasar de 65 a 158. Con esas cifras, la incidencia acumulada a 14 días es ahora de 255 casos por 100.000 habitantes.
Más radical ha sido el incremento en Molina de Aragón, de 2 a 14 positivos de una sentada. Y en Sigüenza, otro tanto, al subir de 5 a 26 el número de casos. Espectacular también el fenómeno de Torrejón del Rey, que de no registrar contagios ahora tiene 10. En Villanueva de la Torre el ascenso es menor, aunque también notable: de 9 a 19 positivos. Similar es el caso de Cabanillas del Campo (de 15 a 24) y el de El Casar (de 15 a 27).
Entre sorpresa y preocupación despiertan también los datos de Chiloeches (que pasa de 1 a 8), Galápagos (de 0 a 4), Horche (de 2 a 5), Marchamalo (de 1 a 6), Membrillera (de 0 a 3), Pioz (de 1 a 6) o Uceda (de 2 a 5).
El caso de Luzaga
Luzaga tenía el domingo 5 infectados, después de no tener ninguno, a pesar de sus muy pocos habitantes empadronados pero en plena temporada estival.
Mientras, hay pueblos en los que la pandemia se toma un respiro, como Albalate de Zorita (de 4 a 1), El Pedregal (de 2 a 0) o Humanes (1 a 0). Lo más habitual es que la mayoría se las localidades se mantengan a cero, mientras que la situación está estabilizada en municipios como Alovera, Azuqueca, Brihuega, Jadraque, Quer, Sacedón, Trijueque, Yebes, Yunquera o Torija.
Imposible, obviamente, cantar victoria por ahora frente al coronavirus.