La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha admitido que el contexto actual de lucha contra la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus aplaza la posibilidad de abrir el debate de la reforma del Estatuto de Autonomía de la región, si bien todavía no descarta poder abordarla durante esta legislatura.
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa, Fernández ha reconocido que «se ha puesto difícil» abordar esta reforma por la situación de crisis sanitaria y social.
Por ello, la hoja de ruta del Gobierno coloca como primera prioridad «aprobar los presupuestos regionales e intentar sacarlos por consenso».
«No renunciamos a la reforma aunque entendemos que no forma parte de la prioridad que la ciudadanía de Castilla-La Mancha pueda sentir en sus carnes. El Gobierno está en otras tareas, urgencias y gestión de la crisis, aunque no renunciamos a esta reforma. La legislatura es larga», ha zanjado.
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